La jornada Women in Data Science Madrid, organizada por la Universidad de Stanford y Synergic Partners, de Grupo Telefónica, reúne a numerosas expertas del mundo académico y empresarial para analizar el presente y el futuro de las ciencias de datos, y el papel de la mujer en ellas. Os resumimos las claves principales del evento.
Estar en la luna parece que es un estado reservado a los hombres. Como tantos otros hasta hace poco tiempo. De hecho, de 1.586 referencias a personas que hay en la Luna, sólo 28 corresponden a mujeres.
Los 1.586 cráteres de la Luna, numerosos como pecas, reciben nombres de científicos y filósofos. Es como el paseo de la Fama de Hollywood, pero en el único satélite natural de la Tierra.
Un total de 1586. “Y sólo 28 de estos cráteres recibieron el nombre de una filósofa o científica, lo que supone el 1.78% de ellos”, lamentaba Paloma Castellano, directora de Wayra Madrid, en la apertura de Women in Data Science Madrid.
Dar visibilidad y apoyar a las mujeres, reivindicar cráteres, fue precisamente uno de los objetivos que estas jornadas, organizadas por la Universidad de Stanford, se había propuesto.
El evento se celebró en Madrid el pasado 3 de febrero en la sede de Wayra, la aceleradora de startups de Telefónica, tras haber pasado por 52 ciudades de todo el mundo desde 2015, cuando se celebró la primera edición. Nueva York, París, México DF, o Shanghai son sólo algunas de las ciudades que ya han acogido estas charlas.
Pero el Women in Data Science tenía en agenda otros puntos, como ofrecer referentes a estudiantes, y servir de inspiración; así como transmitir, independientemente del género, las últimas investigaciones, desafíos y tendencias en el campo de las ciencias de datos.
La Universidad de Stanford contó en la capital española con la colaboración de Synergic Partners, organizadores en Madrid del evento, y socios de Telefónica, cuya cofundadora, Carme Artigas, fue la conductora del encuentro entre mujeres del mundo académico y empresarial.
Academia, empresa, y Big Data
Con una revisión del estado actual de las ciencias de datos, la jornada comenzó con el primer bloque en el que participaron Angela Shen-Hsieh, directora de Product Innovation en Telefónica i+D; Amparo Alonso Betanzos, coordinadora del grupo de investigación LIDIA; y Concha Bielza, catedrática de la Universidad Politécnica de Madrid.
Las expertas en este primer bloque remarcaron la importancia de que la mujer esté debidamente representada en las ciencias de datos, ya que el futuro estará cimentado en el Big Data.
Luces y sombras del Big Data
Como Amparo Alonso destacó, las grandes tendencias tecnológicas traen consigo dilemas morales, y el que la mujer no esté presente en determinadas esferas imposibilita que participe en el diseño de este mundo que está por venir.
Y es que, en un futuro muy, muy cercano, veremos edificios inteligentes, medicina personalizada y altamente precisa, un planeta mejor cuidado, y algoritmos que tomen decisiones mucho mejores que cualquiera de nosotros.
Pero también podríamos ver la aparición de nuevas armas, una excesiva vigilancia, algoritmos en exceso persuasivos, o incluso racistas, que generen predicciones de futuro en base a datos del pasado, o la destrucción de aquellos puestos de trabajo más repetitivos y mecánicos.
Sobre las novedades en medicina gracias a los datos habló Bielza, destacando grandes avances en campos como la neuroanatomía.
Shen-Hsieh, por su parte, adelantó cómo el IoT será capaz de ofrecer un servicio al cliente “preciso y consistente”. Así, por ejemplo, “la climatización podrá saber qué ropa llevo, y preguntarse si la temperatura está demasiado alta o baja en función de cómo la persona vaya vestida”.
“La inteligencia artificial potenciará las capacidades humanas”, prosiguió Shen-Hsieh. Pero para llegar a este punto la educación debe adaptarse. “Las universidades públicas son muy rígidas y lentas”, lamentaba la experta.
Aplicaciones del Big Data en el mundo empresarial
Paula Guisado, periodista especializada en datos, fue la encargada de moderar la mesa redonda en la que se ahondó sobre el impacto que el Big Data tiene en los distintos tipos de negocios.
Rosa María Sanz, directora general de personas y recursos de Gas Natural Fenosa; Elena Alfaro, CEO de BBVA Data & Analytics; Nuria Bombardo, Insights, Strategy and Business Analytics Manager en Pepsico; y Marta Plana, General Counsel en Digital Origin, fueron las encargadas de aportar, desde sus respectivos sectores, una mirada sobre el presente y el porvenir de las ciencias de datos.
Alfaro, desde BBVA Data & Analytics, destacó por ejemplo cómo las ciencias de datos ayudarán en los negocios a “facilitarle la vida al cliente, a cumplir objetivos”, y a una “automatización en la toma de decisiones”.
Sanz, de Gas Natural Fenosa, recapacitaba en cómo la digitalización ha propiciado que las barreras de entrada a un determinado sector desaparezcan, generando la aparición de una “competencia más pequeña, más flexible”.
Sanz señaló igualmente que la transformación digital es un cambio que ha de llevarse a cabo en toda la empresa, y para el cual se necesitarán “traductores de negocio”: expertos que sepan convertir los datos en oportunidades.
Nuria Bombardo, de Pepsico, comentó cómo cualquier innovación que quisieran lanzar, para saber si tendría éxito en el mercado, debía pasar previamente el filtro de los millones de datos que la compañía tiene. El Big Data en la compañía facilita una segmentación del cliente, con la consecuente personalización y flexibilidad de la oferta.
También en la toma de decisiones en finanzas juega un papel fundamental la ciencia de datos, tal y como explicó Marta Plana, de Digital Origin (startup en fintech dedicada a la concesión de microcréditos). Para ilustrar esta gran relevancia de los datos en el sector de las fintech, Plana explicó que “en 30 segundos se decide si se otorga un préstamo, y en 15 minutos se efectúa”. Otra de las aplicaciones que en Digital Origin se le da a esta tecnología es la posibilidad de pagar sin necesidad de usar tarjetas físicas.
Plana, que acababa de presentar el libro blanco de las fintech en el Ministerio de Energía, Turismo, y Agenda Digital, pidió la regulación de esta rama de las finanzas, la supervisión, lo que les permitiría “entrar en el juego competitivo en España” y evitaría, a su vez, una perjudicial asociación entre “startup fintech e inseguridad económica”.
Si bien todas las ponentes destacaron las numerosas y variadas aplicaciones de los datos en los distintos negocios, también incidieron en la necesidad de una legislación sobre el uso y la privacidad de estos datos. Tal y como Alfaro desarrolló, “el cliente necesita saber qué datos, y para qué, se están usando, a la vez que debe recibir algo a cambio de la cesión de sus datos”. Bombardo coincidió en esta contraprestación a cambio de los datos, que podría materializarse en promociones o asesoramiento para el cliente.
Cristina Aranda, chief marketing officer y cofounder de MujeresTech, fue la encargada de conducir la última mesa redonda. En ella participaron Ana Segurado, directora general de Telefónica Open Future_; María Barceló, executive master en Digital Business ESADE; y Sira Pérez de la Coba, founder & CEO en Shazura.
Segurado destacó cómo el Big Data “aboca en un servicio más personalizado”. Sobre el emprendimiento femenino, la directora de Telefónica Open Future_ señaló que la inteligencia artificial ayuda a ver las variables que influyen en el éxito de una startup: el nombre elegido, o la presencia de mujeres en el equipo fundador, son sólo algunas de ellas.
Barceló denunció que seguimos funcionando con estereotipos, y que “empoderar a las mujeres es muy difícil”. Pérez de la Coba, como fundadora de Shazura, coincidió con Barceló en la cantidad de prejuicios y discriminación que aún existen.
Los referentes son fundamentales
Tanto Aranda como Barceló coincidieron en la importancia de los referentes a la hora de promover la presencia de la mujeres en las STEM (carreras de ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas, por sus siglas en inglés) y en las startups. “La tecnología y la ciencia presentan un enorme atractivo, que hay que saber transmitir”, manifestaba María Barceló.
Al final, y como subrayaba Cristina Aranda, “la tecnología no es masculina ni femenina. Es divertida”, y deber de todos es procurar que así sea, y que muchas más mujeres que ese escueto 1,78% logren estar en la Luna.