La Vida Digital es la vida misma y la tecnología representa una parte fundamental de ser humano. En el mundo hay más personas con acceso a un smartphone que con acceso a agua corriente, lo cual resulta extraordinario. Independientemente de si dispone o no de un dispositivo, la tecnología móvil se ha generalizado. La digitalización estimula la actividad de los servicios de salud y centros de investigación mundiales, alimenta la infraestructura de los servicios públicos, sirve de apoyo a los sistemas educativos, revoluciona nuestra manera de dirigir las empresas y, a un nivel más intrínseco, permite a la raza humana comunicarse a través de las fronteras.
Los enormes beneficios que la tecnología ha aportado al mundo en un espacio de tiempo tan corto son increíbles. Nunca el progreso había barrido el mundo de una forma tan unilateral y producido tantos cambios. Por eso las posibilidades de la tecnología deberían estar abiertas a todos: algo por lo que Telefónica lleva muchos años luchando en todo el mundo. Aspiramos a romper las barreras de la adopción y capacitar a las personas para que aprovechen la oportunidad y enriquezcan sus vidas con la tecnología digital de una forma segura, responsable y transparente.
Y la tecnología digital tiene un impacto económico más fundamental que no podemos ignorar sin más. Actualmente la aplicación de la tecnología digital supone nada menos que el 10 % del PIB total en los países más desarrollados digitalmente del mundo. Una prueba del enorme poder y potencial de la revolución digital que estamos viviendo. Huelga decir que esta previsto que esa aportación aumente considerablemente en los próximos años y por todos los rincones del globo. Sin embargo, para asegurarnos de que esa oportunidad se aproveche a fondo en beneficio de las economías mundiales y las vidas de los ciudadanos del mundo, creemos firmemente que gobiernos, economistas, legisladores y demás agentes involucrados en el desarrollo de la innovación digital necesitan un indicador más sofisticado del éxito relativo de la economía digital. Sin ese indicador, no hay un objetivo máximo al que podamos aspirar todos ni una orientación clara sobre cuáles deben ser nuestras prioridades de inversión.
Habida cuenta de nuestra contribución a la economía digital mundial (y, sin duda, nuestra pasión), recientemente Telefónica ha apoyado el desarrollo del índice mundial más completo que se ha desarrollado nunca sobre la vida digital. El Índice, creado por académicos de renombre internacional de la Imperial Business School de Londres, la George Mason University y la Universidad de Pécs, tiene como objetivo trasladar una imagen holística de la vida digital en todo el mundo. La fórmula del Índice, basada en grandes cantidades de datos públicos procedentes de diversas fuentes, presenta la base sobre la que se puede evaluar cualquier economía digital del mundo. Hemos podido clasificar 34 países del mundo sobre la solidez de su vida digital en relación con el PIB per cápita.
La profundidad de la información que transmite el Índice nos ha resultado tan alentadora como emocionante. En lugar de medir sin más el acceso a la tecnología, por primera vez, este Índice tiene en cuenta la armonización de los distintos factores socioeconómicos digitales que impulsan una economía digital. Se dividen en tres categorías: apertura, confianza e iniciativa empresarial. Solo examinando estos tres factores, y el conjunto de datos que nos informan sobre ellos, podemos empezar a conocer los puntos fuertes y lo cuellos de botella que existen en cada región.
La apertura de los sistemas operativos, los conocimientos digitales, la confianza, las leyes y la capacidad para innovar contribuyen, en todos los casos, al valor de la vida digital, que contribuye, a su vez, a la fortaleza de una economía digital. El Índice destaca que, mientras que EE.UU. y los países europeos demuestran una gran fortaleza en muchas áreas, los países latinoamericanos tienen una clasificación particularmente alta en cuanto a iniciativa empresarial. De hecho, Colombia y Chile se encuentran entre los primeros ocho países con el mayor desempeño con respecto a su PIB per cápita, puesto que su desempeño fue superior al de aquellos países que se perciben como si tuviesen un mayor desarrollo digital.
Nos hemos esforzado en aportar recomendaciones de política constructivas para cada país del Índice, para que esté mejor informado de cuáles han de ser sus prioridades de inversión y desarrollo digital.
El papel de Telefónica en el ecosistema digital es capacitar a las personas para elegir y explorar un mundo de posibilidades ilimitadas. Y lo hacemos con integridad, compromiso y confianza, defendiendo principios éticos y sostenibles claros. Para dar rienda suelta a todo el potencial de la economía digital mundial, necesitamos políticas públicas más justas y vanguardistas, y una mejor cooperación entre todas las partes involucradas, ya sean públicas o privadas. Nuestra esperanza es que el Índice de Telefónica contribuya a aumentar el nivel de conocimientos críticos que las economías mundiales necesitan para poder capitalizar de verdad las inmensas posibilidades que ofrece la economía digital a personas de todo el mundo.
Esperamos poder mantener un diálogo fluido sobre cómo mejorar la Vida digital para todos porque, al fin y al cabo, la vida digital es la vida misma.
Puedes participar en la conversación sobre el índice en twitter con el hashtag #MyDigitalLife
Este post fue publicado primero en la web de Telefonica.com