Black Ops 417

Las Black Ops de Telefónica

“Sin existencias disponibles” indicaban varios vendedores a propósito del juego ‘Call of Duty. Black Ops II’ para PS3 en unas y otras tiendas durante las pasadas navidades.

Más allá de entrenar a un comando de élite y ser el gran maestro de guerras tácticas, estos videojuegos nos trasladan a un futuro no muy lejano y quizá no tan imposible como podría parecer.

Nacimos y crecimos con las historias de Julio Verne y con películas como Viaje al interior del cuerpo humano, historias futuristas convertidas algunas de ellas en realidades a día de hoy.

¿Y si Telefónica tuviera una red informática capaz de inyectar neuronas inteligentes sobre su infraestructura de fibra óptica?

Cuando en el año 3000 todos los clientes estén conectados a través de la fibra, el cobre formará parte de un pasado lejano. Podremos disponer de un centro neurálgico capaz de inyectar unas neuronas que reconocerán toda la infraestructura de fibra informando, alertando de fallos existentes, proponiendo soluciones, enviando automáticamente unidades para restaurar posibles problemas, llegando a la puerta de todos los clientes, conociendo la calidad de todos los servicios de todos los clientes, de todos sus equipos, el uso de todos los servicios, la calidad prestada a cada uno de ellos.

Serán nuestras Black Ops, operaciones clandestinas llevadas a cabo por un comando desconocido y secreto, un grupo de élite a disposición de nuestros clientes.

En un futuro no muy lejano las ONTs serán capaces de almacenar información sobre el uso que cada cliente hace de su hogar.  Desde el consumo eléctrico de cada habitación, la calefacción, el aire acondicionado, la humedad… Hasta las existencias disponibles en nuestra nevera.

Los clientes podrán escanear todas sus facturas desde la pantalla del televisor, volcar los datos de sus dispositivos móviles, imágenes, e-mails, archivos, reuniones, quedando todos estos datos almacenados en las ONTs.

Una red de neuronas recorrerá todos estos dispositivos conociendo la ‘vida’ de cada uno de nosotros y proponiendo servicios y soluciones que nos permitan ahorrar tiempo y/o dinero.

Nuestra red neuronal propondrá a cada cliente la compra alimenticia semanal con base en nuestra dieta, nuestras existencias disponibles, las costumbres alimenticias de cada miembro de la unidad familiar, las ofertas de todos los supermercados cercanos a nuestra casa, incluso teniendo en cuenta los puntos acumulados en compras anteriores.

Tal vez las cadenas de televisión estarán interesadas en emitir publicidad dirigida y personalizada a cada cliente en función de sus gustos. “Si tenemos que consumir publicidad, por favor, que sea la que me interesa”.

Imaginemos un mundo donde podemos conocer de antemano las preferencias de nuestros clientes, el uso que hacen de nuestros servicios y donde podemos ofrecerles ayuda, contenidos, paquetes, ofertas personalizables a través de asistentes virtuales en 3D por la televisión, el móvil, tablets o cualquier dispositivo con pantalla.

Sin reducirlo sólo a asistentes virtuales y a oferta de contenidos, podríamos ayudar a los clientes a controlar cualquier chip desde la domótica de su hogar, el estado de sus vehículos o sus facturas, su agenda, su vida…

En Telefónica contamos con dos bienes imperecederos, dos bienes del pasado, el presente y el futuro: nuestras infraestructuras y nuestro parque de clientes.

Basado en estos bienes inmortales algún día nacerá la red de información neurálgica de Telefónica Black Ops. Y, si no, al tiempo.

Imagen: Gamerzone

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