El futuro para paliar los defectos de visión puede estar en lentillas con autoenfoque, que además servirían para medir parámetros biomédicos.
Si el concepto de gafas inteligentes suscitó en su momento –y lo sigue haciendo– una gran fascinación, unas lentillas con autoenfoque ya suenan a ciencia ficción. Pero ya se han llevado a cabo experimentos para crear pequeñas lentes de este tipo con realidad aumentada o visión nocturna. Por tanto, no resulta tan descabellado que ahora surjan dispositivos capaces de autoenfocar. Lo que abre un nuevo campo de oportunidades es el otro beneficio de las lentillas: su capacidad para monitorizar los niveles de glucosa.
No cabe duda de que para los diabéticos, unas lentillas –algo que se lleva puesto muchas horas al día (con frecuencia más de las aconsejables)– que midan los niveles de glucosa de forma pasiva, sin necesidad de pincharse, son una herramienta que aporta calidad de vida. La clave está en un diminuto sensor integrado en las lentes que se ocupa de medir la glucosa, mientras que una antena envía los datos de forma inalámbrica a un dispositivo externo.
Las lentillas con autoenfoque, producto de la asociación entre Google y la farmacéutica Novartis, aún están en desarrollo, pero ya se habría demostrado su viabilidad. Para incorporar esta cualidad se está recurriendo a fotodiodos, que detectan la luz que llega al ojo y así distinguen hacia dónde mira el usuario. La idea es que las lentes se adapten automáticamente dependiendo de la dirección de la mirada, según recoge Technology Review.
Los responsables del proyecto también hacen hincapié en las posibilidades biomédicas de este tipo de lentillas con autoenfoque. Aparte de corregir deficiencias visuales y servir para la medición de los niveles de glucosa, las lentes podrían abrir las puertas a la detección de enfermedades como el cáncer y a la administración de fármacos.
Analizando las lágrimas se pueden detectar varios tipos de cánceres, como el de mama, colon, pulmón, próstata y ovarios. Además, también permitiría controlar la evolución de los pacientes cuya enfermedad está remitiendo. La aportación de medicamentos a un paciente a través de las lentillas es algo más complicado. Se trataría de liberar las dosis a lo largo del tiempo, en lugar de hacerlo de forma puntual, como ocurre con las gotas de colirio.
Como hemos apuntado anteriormente, no es el único proyecto que apuesta por la modernización de las lentillas. En el Centro de Tecnología de Microsistemas de la Universidad de Gante, en Bélgica, trabajan en unas lentes que además de corregir la visión contarían con una pantalla LCD, con el fin de desplegar realidad aumentada. En la Universidad de Michigan también han investigado la introducción de tecnología en lentillas. En este caso se han servido del grafeno, más flexible y adaptable, para proporcionar visión nocturna a los dispositivos.
Imágenes: maikel_nai y nikozz
