Como se comentó en el post anterior, “Dos reductos por caer”, la mayoría de los usuarios que han utilizado tanto los formatos digitales como los formatos físicos, renunciarían al formato físico para casi todos los tipos de contenido. Solamente hay un tipo de contenido que se salva: el libro (ver la Figura 1).
Sin embargo, si entramos en las profundidades de esta realidad, podemos constatar que hay ciertos segmentos en los cuales ya se ha producido el cambio de prioridad entre el formato digital y el físico, lo que muestra cómo este reducto también está en camino de caer en un futuro cercano.
Figura 1. Personas que renunciarían al formato físico frente al digital al acceder a contenidos
Aunque todavía son mayoría los que se decantan por el medio tradicional, hay que reconocer que el hecho de que el 40% prefiera el formato digital, en un terreno que podemos considerar nuevo, es todo un éxito. Además, podemos encontrar los siguientes segmentos donde el cambio ya se ha producido:
- Según el ciclo de vida de la familia, entre las familias formadas por parejas sin hijos son mayoría los que renunciarían al libro físico, 56,3%, por lo que podemos deducir que los hijos son un elemento clave a la hora de valorar el libro en formato físico, sobre todo si los niños son pequeños. De hecho, entre las familias con hijos pequeños, solo el 25% renunciaría al formato físico.
- Según el género, los hombres son más reacios a renunciar al formato físico y solamente el 35,6% lo haría, en el caso de las mujeres esta cifra sube al 47,5%.
- Respecto al estatus económico, llama mucho la atención como se presenta un comportamiento inverso al de otros servicios, y son las clases menos favorecidas económicamente las que muestran mayor intención de quedarse con el formato digital por su menor coste.
- También llama la atención cómo existe un diferente sentir en este aspecto en las distintas zonas de España. Así en el norte de la Península es mayor la preferencia por el formato digital, y en la zona norte y noroeste y en Cataluña, los que escogerían el formato digital son mayoría, en concreto un 52,7% y un 50,2%.
- Sin embargo, no se observa ningún segmento de edad en el que haya mayoría que elijan el libro digital, aunque sí que existe una relación con la edad con una mayor preferencia por el formato digital entre los jóvenes.
Se puede concluir por tanto que este reducto está a punto de caer, de hecho en muchos segmentos ya ha caído. Se observa cómo el precio será un factor fundamental para que el proceso siga avanzando, aunque habrá situaciones en las que por ahora el libro tradicional tiene el futuro asegurado, como es el caso de los libros para niños, que es visto todavía como un elemento insustituible por los padres.
Imagen: Johan Larsson vía Compfight cc
