La tecnología nuevamente ayuda en el inevitable deseo del hombre en descubrir y explorar. La arqueología se ha ido sirviendo de varias herramientas tecnológicas revolucionarias como Deepmind, un sistema de inteligencia artificial desarrollado por Google que ha ayudado en el estudio de inscripciones antiguas. Al fascinante campo de la arqueología se une otro aliado: el LiDAR (Light Detection and Ranging). Es una herramienta que escanea superficies y permite generar mapas tridimensionales.
En octubre, la revista Nature ha publicado un paper en el que anuncia el descubrimiento de dos ciudades medievales en Uzbekistán, que rompen con los modelos nómadas que se habían atribuido hasta ahora a estas regiones de alta montaña. Según el artículo científico, el LiDAR es muy útil para terrenos montañosos gracias a su nivel de detalle. La rápida deposición y erosión entierra los objetos y este sistema logra detectarlos.
Los nuevos hallazgos arqueológicos
En un cruce de caminos de la Ruta de la Seda en Asia Central, se han encontrado Tashbulak y Tugunbulak, dos ciudades a unos 2000- 2200 metros de altura. El grupo de investigadores, dirigido por el arqueólogo Michael Frachetti y el director del Centro Nacional de Arqueología de Uzbekistán, Farhod Maksudov, destaca el carácter bullicioso de estos núcleos, situados en una orografía tan difícil, entre los siglos VI y XI.
Los exploradores creen que estas ciudades se dedicaban a la metalurgia y la herrería, basándose en el hallazgo, durante una excavación superficial, de un horno y un taller. Se sospecha que utilizaban los sedimentos de hierro presentes en la región para fabricar espadas y armaduras. Esta teoría se refuerza con la posibilidad de que aprovecharan los fuertes vientos de la montaña para alimentar los grandes fuegos necesarios en la fundición. Además, dada la cercanía a los caminos de la Ruta de la Seda, es altamente probable que comerciaran con materiales relacionados.
El LiDAR ha dejado ver que Tugunbulak, la más grande de las dos, tenía cinco torres de vigilancia y una fortaleza protegida por muros de piedra y ladrillos de barro. Gracias a esta tecnología, no solo se han descubierto las ciudades, sino que también se ha identificado el entramado de las mismas. Presentan un tejido urbano más elaborado que el de las tribus nómadas previamente atribuidas a esta zona montañosa de Asia Central.
Cómo funciona la tecnología LiDAR
LiDAR, acrónimo en inglés de “detección y localización por luz”, es una tecnología de teledetección que permite determinar la distancia de un dispositivo emisor a un objeto o superficie. En este caso comentamos de su uso pa
Para ello, se utiliza un haz de luz pulsado (láser) cuyos impulsos viajan y rebotan en los objetos detectados. La distancia se calcula midiendo el tiempo de retardo entre la emisión del pulso y la detección del objeto. Este proceso se repite hasta recoger millones de puntos individuales, que forman lo que se conoce como “nube de puntos”. Al ser procesada, esta nube de puntos se convierte en un mapa tridimensional que representa fielmente el terreno escaneado.
El LiDAR se utiliza en muchos ámbitos, incluso está presente en nuestros teléfonos móviles. Por ejemplo, el sensor LiDAR se utiliza en filtros de TikTok o Snapchchat para mezclar elementos de realidad aumenta en una vista de mundo real . En arqueología, una de las maneras de implementarla es en drones o pequeños aviones para escanear áreas específicas. Resulta especialmente útil ya que permite mapear estructuras ocultos bajo densas capas de vegetación.
Otros descubrimientos arqueológicos gracias al LiDAR
No solo se han descubierto ciudades sino que se ha avanzado el estudio de otras ya existentes como ha sucedido con Tikal. Se trata de una ciudad maya en Guatemala inmersa en una frondosa selva y ha sido ampliamente estudiada. Sin embargo, hace unos seis años, al aplicar el LiDAR los expertos se dieron cuenta que era grande de lo que pensaban. Incluso, detectaron pirámides escondidas, previamente confundidas por una estructura natural, y la tumba de uno de los reyes más ricos de Tikal.
En 2022, la asociación de investigadores Dakila Research realizó un escaneó láser sobre una zona del Amazonas brasileño. Los expertos se toparon con lo que han denominado «la gran ciudad perdida» del Amazonas. A priori, esta estructura presenta patrones simétricos que sugieren la existencia de calles y plazas, y podría haber sido construida por una civilización muy antigua.
Fuente imágenes: Wikimedia Commons, Envato