Hoy en día, manejarse con Linux es mucho más sencillo que en el pasado. Además, hay versiones que nos lo ponen muy fácil, como las que veremos a continuación.
Siempre que hablo de Linux me gusta mencionar la gran variedad de versiones que ofrece, las llamadas distribuciones. Al tratarse de un sistema operativo de código libre, cualquiera puede personalizarlo a su gusto, de manera que a partir de una “distro” se generan muchas más.
Esto podría ser un problema a priori, ya que implica tomar una decisión sobre qué versión emplear en nuestro caso, pero en cuanto ves que hay distribuciones especializadas para tareas concretas, te das cuenta de los beneficios de esta disparidad de versiones.
Los hay para servidores, para dispositivos tipo Raspberry, para seguridad, para ciencia, para edición multimedia, para jugar, para programadores… Y, cómo no, las más populares se han diseñado para que cualquiera que sepa manejar un teclado y un ratón puede usarla sin problemas.
Veamos una selección de distribuciones Linux para principiantes. Seguramente te suenen la mayoría, y es que su concepción como “fácil de usar” las han convertido en referentes.
Linux Mint
Es curiosa la historia de Linux Mint, una distribución Linux que se ha convertido en una de las tres más descargadas de Distrowatch, y eso que su principal rival era Ubuntu, la que durante años ha sido referencia en las versiones de Linux para el público en general. Lo curioso es también que Mint está basada en el código de Ubuntu, que a su vez, se basa en Debian.
Mint destaca por sus tres escritorios a elegir, según tus preferencias o las características de tu computadora. Además, cuenta con su propio tema de escritorio pero también con sus propias herramientas para gestionar aplicaciones, el funcionamiento del sistema, la configuración del hardware y la instalación de más aplicaciones y juegos.
Linux Mint viene tan repleto de herramientas y aplicaciones por defecto que su imagen de instalación ocupa 1,8 GB. En su manual oficial explica cómo crear un DVD o USB de instalación.
Elementary OS
Facilidad de uso y belleza. Elementary OS destaca como una de las versiones de Linux más cuidadas en lo estético pero que al mismo tiempo nos provee de todo cuanto necesitamos para trabajar, divertirnos, etc. Además, ofrece su propio Centro de Aplicaciones donde encontrar software para instalar cómodamente.
Instalar y listo. Elementary OS trae por defecto navegador, reproductor de vídeo y música, organizador de fotos… Todo te parecerá muy familiar si has sido usuario de Windows o macOS y con las ventajas de un sistema operativo libre y gratuito.
El instalador de Elementary OS ocupa 1,48 GB. Puedes descargarlo de su página web ofreciendo un donativo o no. Y si tienes cualquier duda, su página de soporte te la resolverá.
Solus
Creada desde cero a partir del gestor de paquetes PiSi, Solus se ha convertido en poco tiempo en una de las distribuciones Linux más descargadas. ¿Su secreto? Un escritorio atractivo y cómodo.
Por defecto trae aplicaciones para navegar, reproducir vídeo y audio, manejar el correo y organizar nuestros archivos. Y si necesitas instalar más apps, tienes un Software Center repleto de aplicaciones y juegos gratuitos.
Sus propios creadores destacan que Solus sirve tanto para trabajar con herramientas de ofimática como para programar, crear contenido audiovisual o jugar. Además, está disponible en tres ediciones según el escritorio que prefieras.
Zorin OS
Más fácil de usar, más bonito, más seguro, más rápido, libre de virus… Zorin OS se vende muy bien en su página web y se define también como una alternativa a Windows y macOS.
Como los ejemplos anteriores, Zorin OS consigue su propósito con creces, ofreciendo un sistema operativo práctico, fácil de usar y muy bonito en lo visual, repleto de efectos y con un escritorio práctico y atractivo.
Entre sus muchas ventajas, viene acompañado de un buen surtido de aplicaciones, su propio gestor de software y, además, integra Wine, una herramienta para instalar y ejecutar programas de Windows en Linux.
Zorin OS viene en dos versiones, la Ultimate de pago y la Core, en la que puedes aportar un donativo o descargar gratis.
Las clásicas
Las distribuciones anteriores destacan por su juventud, personalidad propia y por combinar bien una buena interfaz con software a granel para cubrir todos los frentes.
Sin embargo, en esta lista no pueden faltar las distros clásicas, las que llevan con nosotros décadas, como es el caso de Debian, Ubuntu, Fedora u openSUSE.
Muchas distribuciones Linux están basadas en éstas. Por lo demás, se han convertido en referentes gracias a su buen rendimiento, fácil manejo, buen surtido de aplicaciones compatibles y características propias. De ahí que a cada uno le guste más una que otra y no podamos decir que tal o cual es mejor.