El monólogo cómico tiene una larga tradición en Estados Unidos y más recientemente ha calado profundamente en el público español gracias a programas de televisión como El Club de la Comedia, pionero en la difusión del género en nuestro país. De esta forma estamos familiarizados con ver a alguien de pie en un escenario contando con gracia una anécdota o comentando distintos aspectos de la vida cotidiana. Pero, ¿qué pasaría si esa persona comienza hablarnos con el mismo tono jocoso sobre el Principio de Incertidumbre de Heisenberg, las leyes de la temodinámica o el cálculo infinitesimal? Entonces estaríamos hablando de LocosXCiencia.
Es un hecho estadísticamente demostrado que el alumnado español siente poca inclinación por cursar estudios superiores de las ramas científicas y tecnológicas, lo que en el mundo anglosajón se conoce como STEM (Science, Technology, Engineering, Mathematics). Pero los datos también demuestran que España tiene un déficit creciente de ingenieros y profesionales con base científica y tecnológica, así que se convierte en una prioridad el motivar a la juventud en el estudio de las ciencias, intentando que éstas se despojen del aura que tienen de complejidad y aridez.
LocosXCiencia es una iniciativa puesta en marcha por Fundación Telefónica que pretende contar de forma divertida los contenidos de las asignaturas de ciencias, permitiendo acercar a los alumnos conceptos científicos y tecnológicos utilizando el formato monólogo de humor como herramienta. Ha supuesto una gira por más de 80 centros escolares de España que ha alcanzado a más de 9.000 estudiantes de 3º y 4º de la ESO.
Empezando la historia por el principio, este proyecto tiene su origen en Desafío Educación, una investigación a escala mundial llevada a cabo en 2014 para identificar las innovaciones educativas que mejores resultados han demostrado en los últimos años. Este trabajo dio lugar al Informe Top 100 innovaciones educativas, publicación que reúne las innovaciones que contribuyen desde la etapa de primaria a fomentar las vocaciones científicas y tecnológicas.
Una de las experiencias descritas en el libro es The Big Van Theory, llevada a cabo por un grupo de científicos monologuistas españoles, que han sido los encargados de poner en marcha LocosXCiencia actuando ante el alumnado de secundaria y formando a docentes en el arte de ofrecer lecciones científicas a través de monólogos chistosos. 
Durante la primera mitad de este año la gira ha recorrido Barcelona, Cádiz, Málaga, Madrid y Santander y Valladolid, ofreciendo en todas las plazas el mismo programa:
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Sesiones de monólogos de ciencia y tecnología para alumnos de 3º y 4º de ESO, incluyendo la presentación de los monologuistas, monólogos sobre temas científicos o tecnológicos, y una ronda de preguntas.
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Sesiones formativas que permitieron a los docentes incrementar sus capacidades de comunicación e incorporar el humor para la divulgación de la ciencia.
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Por último, y con el fin de involucrar más a los alumnos, se organizó un concurso de monólogos. Los mismos alumnos prepararon sus propios monólogos sobre asignaturas del currículo, lo que les permitirá aprender de manera motivadora, y desarrollar competencias blandas (habilidades comunicativas, trabajo en equipo, etc.).
El concurso se estructuró en seis semifinales, una por ciudad, que confluyeron en una gran final a nivel nacional celebrada en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid el 29 de mayo.
Para hacernos una idea del tipo de propuestas que alberga LocosxCiencia, basta con conocer los monólogos finalistas del concurso: La Teoría del Big Bang, Historia del Átomo, La teoría de la evolución:¡Qué monada!, Bendita Trigonometría, El secreto de la eterna juventud y Dorada proporción.
En el fondo del ameno formato de docencia puesto en marcha por The Big Van Theory se encuentran poderosos principios pedagógicos que contribuyen a limar la aspereza de los contenidos menos amigables. La técnica que emplean pretende huir de la clase monótona y aburrida introduciendo aspectos relacionados con las artes escénicas, como la expresión corporal y la óptima utilización de la voz, modulando correctamente con una buena dicción.
Asimismo, hacen uso del storytelling, insertando los contenidos científicos y tecnológicos que quieren transmitirle al alumno en una historia que se encargan de crear y guionizar eficazmente para conseguir atraer la atención y el interés.
Pero también recomiendan al docente monologuista potencial el estudio de la materia para dominar completamente el tema tratado, pues para poder explicar bien un concepto es importante conocerlo a fondo, y el rigor en el uso de los términos científicos.
Bienvenido sea todo aquello que contribuya a que en próximos años tengamos más ingenieros, programadores y técnicos en general para nutrir la carencia que experimenta el sistema productivo español.
