Los supermercados del futuro ya están aquí

La irrupción de las nuevas tecnologías ha alcanzado al sector de las compras. Cada vez más compañías están innovando en su forma de vender los productos. Los últimos inventos incluyen supermercados virtuales, etiquetas inteligentes y el envasado por robots.

Como no podía ser de otro modo, el tsunami digital ha terminado por alcanzar hasta el último rincón del mundo empresarial. La llegada de las nuevas tecnologías ha transformado multitud de aspectos de una sociedad cada vez más orientada al funcionamiento digital. Incluso los elementos más tradicionales de la vida cotidiana, como las compras navideñas, han recibido los impactos de este viento de cambio. El comercio constituye uno de los sectores que en los últimos años se ha sumado a esta tendencia a través de diferentes propuestas. Gracias a plataformas como Amazon, el formato de ventas online ha terminado por establecerse en el sistema actual. Un reciente informe del CNMC, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, revelaba que el comercio electrónico en España había superado los 5.400 millones de euros en el primer trimestre de 2016.

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Supermercados digitales

A pesar del gran rendimiento de los métodos de adquisición online, las más recientes innovaciones en este campo van mucho más allá. Poco a poco los supermercados comienzan a integrar componentes digitales para hacer de las compras una experiencia mucho más íntegra. Reconocimiento de clientes, sugerencias instantáneas y productos que narran su origen son algunas de las capacidades que el supermercado del futuro creado por la cadena Coop ha integrado en su proyecto. Deslizando el dedo por una pantalla nos saldrán notificaciones sobre los valores nutricionales, el precio y el resto de características de cada artículo. Además de estas etiquetas inteligentes, un robot envasará los productos que seleccionemos y se eliminarán los estantes de difícil acceso, de tal forma que el establecimiento se asemeje al de un mercado.

Este invento, diseñado por Carlo Ratti, director del MIT SenseableLab, con la colaboración de Accenture y Avanade, fue presentado como prototipo el pasado 2015 en la Expo de Milán. La compañía anunció que el supermercado abriría sus puertas al público transalpino antes de terminar el año, aunque todavía no hay fecha oficial.

Similar a estos proyectos es el supermercado virtual del aeropuerto de Londres-Gatwick, que la compañía británica Tesco ha desarrollado. Los productos se disponen en un frigorífico virtual y los usuarios, mediante el escaneado de sus códigos QR con el smartphone, realizan las compras digitales para más tarde recibir los artículos en casa. El sistema ofrece los mismos productos que podríamos encontrar en un establecimiento físico y permite elegir la hora de llegada del pedido.

En estos casos se palpa la voluntad de querer vincular conceptos clásicos como las compras con los últimos avances tecnológicos. El Big Data es una cuestión que, como no podía ser de otra manera, también está presente en este ámbito. Cada vez que compramos online o utilizamos la tarjeta de fidelización de una tienda, dejamos un rastro de información acerca de nuestros hábitos de consumo. A través de algoritmos predictivos basados en estos datos, las compañías que aplican esta ciencia logran anticipar nuestras necesidades como compradores, personalizar las ofertas que nos llegan y cazar nuevos clientes.

Amazon Go

Coincidiendo con la llegada de la Navidad, Amazon también ha presentado su último e innovador proyecto en este campo: Amazon Go, el primer supermercado físico de la empresa. Su revolucionario funcionamiento requiere descargar la aplicación homónima en el smartphone y tener una cuenta en Amazon. El establecimiento, que carece totalmente de cajas físicas, está equipado con todo tipo de sensores y sistemas de análisis que acompañan a los clientes durante su compra para detectar los artículos que introducen en el carrito de la compra. Lo más llamativo es que los consumidores no tienen que pasar por caja, sino que, una vez atraviesan la puerta de salida con los productos, el sistema notifica los artículos seleccionados mediante la aplicación y cobra automáticamente las compras desde la cuenta del usuario.

Seattle será la ciudad que aloje el primer establecimiento Amazon Go, que de momento sólo permite la entrada a los empleados de la compañía. Sin embargo, se prevé que una vez concluida la fase beta del proyecto, el formato llegue a todo el público.

El Corte Inglés por su parte ha decidido competir con este gigante de las ventas online. De cara a las fiestas navideñas, la sociedad anunció recientemente que el servicio de entrega inmediata en compras a través de la web se ampliaba a todos sus centros, lo que implica atender a más de 850 códigos postales. Esta iniciativa ha supuesto que la compañía se convierta en la primera empresa que ofrece este servicio en todas las grandes ciudades españolas. A este paso se le añade la implantación del año pasado de las prestaciones de entrega ultrarrápida.

A pesar de todas estas circunstancias, se pronostica que las tiendas físicas continuarán existiendo sin verse perjudicadas por la irrupción de las nuevas tecnologías. La experiencia de compra es un factor primordial del que la sociedad no querrá desprenderse a la ligera. Los expertos estiman que tanto lo tradicional como lo innovador son perfectamente compatibles, y podrán coexistir complementándose, de modo que en el futuro más inmediato podamos disfrutar de unas Navidades tecnológicas.

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