Los tronos que Apple ha perdido en los últimos años

El iPhone X es la última maravilla de Apple, pero hace tiempo que se perdieron muchos tronos que parecían unidos de por vida a los smartphones nacidos en Cupertino.

Apple no es una empresa con una larga historia en telefonía móvil. De hecho, a excepción de las asiáticas de última hornada, es de las más noveles en el sector. Aun así en 2007 cambió todo radicalmente, hasta el punto de que un viejo gigante, Nokia, se hundió, y otros gigantes dormidos, como Samsung, se unieron a la era creada por los de Cupertino, para competir según sus reglas. Durante muchos años, Apple ha liderado el mundo móvil sin apenas competencia, pero, desde hace algún tiempo, ha perdido esa posición en aspectos relevantes. Los repasamos.

Cámara

El Google Pixel 2 es el último milagro de la fotografía móvil.

Las cámaras de los iPhone fueron muy mediocres hasta el iPhone 4, cuando Apple dio un interesante salto en tamaño de sensor y en tamaño de píxel, y se situó -aunque débilmente- por encima de su competencia directa (Nokia seguía muy potente en imagen pero, por ejemplo, con el N8 no tuvo mucha oportunidad de demostrarlo porque había perdido la hegemonía de la gama alta). Brilló con la introducción del modo HDR, y desde el iPhone 4S se considera que Apple dio el paso definitivo hacia el liderato de la categoría, con un gran rendimiento en baja luz y en vídeo, gracias al estreno de un estabilizador electrónico.

La cosa siguió adelante con el 5, el 5s, el 6, y el 6s. Para entonces, Apple mostraba ya poco avance en fotografía, pero en 2016 le quedaban recursos para dar un golpe encima de la mesa con el zoom óptico 2X y el modo retrato. La compañía volvía a influir en toda la industria, y eso le valía. Sin embargo, el estancamiento iniciado años atrás en calidad pura de imagen ha hecho que en 2017-2018 el trono no le pertenezca en ningún caso, con Google liderando con el impresionante software del Google Pixel 2. Apple tiene todo lo que hace falta para volver a ser número uno en cámara, y su relato lo necesita.

Diseño

Para muchos, el diseño de los Galaxy actuales es superior.

El iPhone 4 estaba en su estreno, y más en perspectiva, a muchos años en calidad de construcción y diseño de sus competidores. Era la época en la que Samsung (duró hasta 2015) fabricaba todo en plástico, pero desde Cupertino, y aún bajo la mano de Jobs, se mostraba una ambición inédita en el resto.

Para la industria, todo cambió con la llegada del Samsung Galaxy S6. Por primera vez, Samsung dejaba atrás principios que no le hacían bien y mostraba un diseño industrial no mejor pero sí más moderno y atractivo que el de Apple en iPhone 6, que, por cierto, mantiene a día de hoy en el iPhone 8. El iPhone X fue un paso adelante respecto a las ideas de 2014, pero muchos mantienen que los marcos arriba y abajo de Samsung, unidos a las curvas, hacen un conjunto superior.

Calidad superior en cada apartado

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Los viejos iPhone eran sinónimo de sonido excelente vía jack. Pero hace tiempo que fueron superados.

Apple se caracteriza y caracterizaba por un grado de atención al detalle muy alto. Así, aunque el iPhone nunca fue un smartphone de nicho ni un smartphone para empresarios, como otros en otra época, sino un smartphone para todo el que lo pudiera pagar, no defraudaba a nadie. Si querías un terminal con el mejor sonido por auriculares, sin necesidad de amplificadores externos, ahí estaba el iPhone 4.

Si querías un terminal para grabar conciertos sin sonido distorsionado, ahí estaban todos los modelos. Todo eso, salvo el jack de audio, sigue ahí. El problema es que marcas como LG se han puesto mucho las pilas en aspectos como los mencionados, y Apple parece haberse contentado con el «suficientemente bueno», que no superior.

Velocidad y fluidez

iOS 7 trajo muchas cosas buenas a Apple, pero también otras malas de las que el sistema aún se resiente.

Desde el iPhone original, y particularmente desde el iPhone 4S, el hardware de los iPhone ha sido superior o bastante superior a sus competidores año tras año. Eso se traducía, junto a una gran optimización en el sistema operativo, en una experiencia espléndida que fluía como si llegase del futuro. Mientras, Google tenía que lanzar el famoso Project Butter para atajar el problema del lag en Android.

Años después de todo aquello, y eligiendo un Android específico (verse Google Pixel, Pixel 2 o OnePlus 6), la experiencia en Android no es inferior en fluidez, sino que incluso es más rápida. Sea demérito de Apple o de los desarrolladores de apps que no aprovechan el hardware (aún superior) al máximo, la realidad es la que es. Apple lo sabe, y por ello ha prometido mejoras en iOS 12.

No todo está perdido

Apple sigue dando lecciones al resto en muchísimos apartados. De uno de ellos ya hablamos hace relativamente poco, y no es otro que la vibración. Ningún móvil vibra como el iPhone, y no es algo tan trivial como parece. Sólo Apple logra transmitir algo desde la vibración del móvil, y sólo Apple elimina botones físicos, los convierte en táctiles y siguen pareciendo físicos. Es tan sólo un ejemplo de todo el talento que hay en Apple Park, pero no se puede desperdiciar más. Toca hacer cambios rápidamente. Que lo que hemos visto en la WWDC 2018 se traslade al evento del iPhone en septiembre.

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