Internet está repleta de herramientas que permiten una cómoda y sencilla visualización de datos, como el mapa de la electricidad, que muestra la composición energética de muchos países.
En Blogthinkbig.com hablamos a menudo de los cambios que los países están acometiendo en el aspecto energético para reducir emisiones, con decisiones que van desde dejar el carbón por completo hasta construir trenes completamente solares. Dependendiendo de la legislación y de las posibilidades que las distintas regiones tienen sobre renovables y viejas energías, los cambios llegan o se eternizan, como es el caso de España, donde estamos lejos de nuestro punto incluso asumiendo que no tenemos capacidad para almacenar la energía procedente del viento y de la luz del sol.
Para comparar países en este sentido, normalmente hay que buscar datos que no están centralizados y que cada agencia puede medir de manera distinta. Poder comparar lleva, por tanto, mucho tiempo, y no suele ser fácil hacerlo con «peras con peras» y «manzanas con manzanas». Por ello, un proyecto como Electricity Map es tan buena idea. Con él podemos comparar la composición de la producción eléctrica de los países que se encuentran en la base de datos. La conforman la mayoría de estados europeos, muchos de latinoamérica y otros sueltos como Australia.
Así, si por ejemplo nos centramos en el caso de España, podemos ver que de la producción de electricidad, el 14% se lo lleva la energía eólica, mientras que la solar se lleva el 9%. Las fuentes más grandes, como cabía esperar, son la nuclear, con el 18%, el gas, con el 29% y el carbón, con el 21%. Otras renovables como la hidráulica sólo suman un 5%.
Sumando porcentajes, vemos que las renovables sólo alcanzan el 30% de la producción. Otro dato interesante muestra el origen de la electricidad en las últimas 24 horas, donde se observa que la energía eólica sólo es aprovechable durante unas pocas horas del día, sobre todo ahora en invierno.
El mapa de la electricidad también es especialmente útil para comprobar cómo hay países que sí se han tomado muy en serio lo de producir energía basada en renovables, como Noruega, cuya energía procede en un 98% de la fuerza del agua. Otro buen ejemplo habitual entre artículos sobre países limpios es Nueva Zelanda, que también produce un 88% de su energía basándose en energía hidraúlica.