Martín Perea y la revolución del breaking en los JJOO de París 2024

Una de las nuevas incorporaciones a los Juegos Olímpicos de París 2024 es el baile deportivo, que recoge el breaking (o break dance) como disciplina olímpica. Se trata de una propuesta por parte del Comité Olímpico Internacional (COI), tras comprobar su éxito en los Juegos de la Juventud de Buenos Aires 2018. Martín Perea, b-boy y becado Podium, sueña con acudir a las próximas olimpiadas dentro de esta modalidad. En Blog Think Big hemos hablado con él acerca de sus inicios y el momento actual en el que se encuentra, donde con tan solo 18 años se ha alzado dos veces campeón de España de breaking. La última vez, el pasado mes de septiembre en el campeonato celebrado en Guadalajara (Castilla-La Mancha).

El breaking es un estilo de baile -y para muchas personas, también de vida- que surgió en la década de los setenta por parte de jóvenes latinos y afroamericanos en el barrio del Bronx (Nueva York), coincidiendo con el nacimiento del hip-hop. Aunque no sería hasta una década más tarde cuando comenzaría el verdadero boom del break dance, gracias a la atención mediática. Sería así, como en 1984 llegaría a España con el baile de un grupo de b-boys y b-girls -denominación de las personas que practican este estilo- en el clásico programa Un, dos, tres… Responda otra vez.

A partir de ese momento, el breaking ocuparía programas, vídeos… Incluso sería común ver a estos bailarines mostrar su creatividad y talento en las calles. Un nuevo estilo de vida acababa de aterrizar en España para revolucionar las calles y pistas de baile.

B-boy Manu, un referente a seguir para Martín

Bastantes años después, en 2016, un Martín de 12 años que veía vídeos de bailes acrobáticos en YouTube, se topó con uno de break dance. «Flipé con ese vídeo«, reconoce Martín. No tardaría en pedir a sus padres que buscasen un profesor que lo ayudara a aprender todo sobre este estilo. Esa búsqueda fue complicada porque en España no era -ni es actualmente- sencillo buscar a un profesor de esta disciplina, ya que no hay mucha gente que se dedique a ello dentro del ámbito nacional.

Finalmente, su madre lo consiguió. B-boy Manu, Manuel Renquel, fue la persona que guio a Martín en sus inicios dentro de esta modalidad, convirtiéndose, hoy en día, en su mayor pasión. Al año y medio de iniciar su camino en el break dance, llegaron las primeras competiciones llenas de nervios y mucha ilusión. Esos nervios jugaron una mala pasada a Martín en la primera competición de breaking a la que se presentaba. «Salí tan nervioso que terminé bailando hacia al lado contrario donde se encontraba mi rival«, recuerda.

Por azares de la vida, dos años más tarde, sería en esa misma competición cuando se alzaría con su primer podio. La práctica, la confianza en sí mismo y, poco a poco, el control del breaking, consiguieron que lo que comenzó como un pasatiempo, se fuera convirtiendo en un reto a nivel profesional. Sobre todo, teniendo en cuenta que este estilo de baile requiere del entrenamiento de todas las partes del cuerpo. Por ejemplo, un b-boy o una b-girl no puede dar vueltas sobre su cabeza de primeras, ya que es necesario que fortalezcan su cuello y, más tarde, las piernas. De igual manera que, para girar sobre la mano necesitan fortalecer sus hombros. El breaking es un estilo que implica que las personas que lo practican estén años y años ejercitándose para poder ver los resultados esperados.

Imagen cedida por Martín Perea.

El apoyo de un equipo: una pieza esencial para los deportistas

Martín entrena en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) en Madrid, junto con otras diez personas. Cuando este madrileño comenzó a entrenar en el CAR recuerda que se sentía muy pequeño, a nivel emocional, porque las personas con las que compartía la pista eran ídolos para él con mucha experiencia a sus espaldas. Con el paso del tiempo, esos referentes se fueron convirtiendo en un apoyo absoluto. Sobre todo, en los días que, a nivel mental, son más complicados.

«Hay veces que llego a mi casa de entrenar y no soy capaz de desconectar. Cuando estás tanto tiempo centrado en un ámbito, hay veces que no te sientes bien«, confiesa Martín. La importancia del apoyo psicológico para tener una buena salud mental, especialmente para deportistas de élite, es básica. La exigencia, los ritmos, los entrenamientos, etc., requieren del apoyo de un profesional que ayude a estas personas a poder gestionar los momentos más difíciles.

Uno de los momentos más complicados para Martín llegó años antes en el CAR, cuando bailaba solo y no contaba con el apoyo de otros bailarines. Por aquel entonces se llegó a replantear si realmente eso era lo que quería. Sin embargo, encontró en su familia el motor a seguir, porque ellos creían en él. «A pesar de ser una de las épocas más duras por las que he pasado, me ayudó a potenciarme y a confiar más en mí», afirma.

Tal y como explicaba en este artículo, Iñaki Bravo, esgrimista y becado Podium, «si lo único que haces en tu día a día es esgrima, es muy fácil obsesionarte y entrar en un bucle nada sano«. Esto es un aspecto clave. En el caso de Martín, este año realizará segundo de bachillerato, por lo que su mente no solo focalizará en el breaking, también en sus estudios.

La tecnología llega al breaking con Trivium

El pasado mes de septiembre, Martín se alzó como campeón de España sub21, campeonato que reconoce que ha sido donde más cómodo se ha sentido. «Al inicio vi mucho nivel y más contrincantes que de costumbre, pero confié en mí y en todo el tiempo que he dedicado«, explica. Sin lugar a duda es un paso enorme, sobre todo, teniendo en cuenta que este es su primer año como absoluto -antes estaba en la categoría junior-.

Martín Perea
Imagen cedida por Martín Perea.

Pero, ¿en qué consiste una competición de breaking? Por lo general, las competiciones de break dance se desarrollan bajo las mismas pautas, ya sea una competición federada o no. Una vez dentro del certamen, de todas las personas que se han apuntado, se realiza un primer filtro. Aquí, cada b-boy y b-girl realiza su salida o set para demostrar a los 5 jueces sus mejores pasos de baile. De todas las personas que se presentan, solo pasan a la siguiente fase 16 (esto es así a nivel nacional).

Seguidamente, comienzan las batallas directas, es decir, un bailarín contra otro. Normalmente, suelen ser dos pases por bailarín. Primero sale uno, se delibera; después otro y así con todos. Quien obtiene la mejor puntuación es quien pasa a la siguiente fase hasta llegar a la final, donde son tres rondas. Martín confiesa que, el momento de entrar a la pista es especial, porque «es donde realmente muestras quién eres y es dónde ocurre el breaking, en la batalla», afirma.

Uno de los aspectos innovadores, a nivel federativo dentro del baile deportivo, es el Sistema de Juicio que utiliza la tecnología de Trivium. Con el uso de este sistema, los jueces puntúan seis categorías: el nivel de dificultad de los pasos, la musicalidad -cómo adecuan sus movimientos a la música seleccionada-, la personalización, la creatividad, la técnica y la variedad. En cada área añaden un porcentaje a cada categoría, donde la suma máxima de todas es el 100%, y la persona que obtiene más puntuación es quien se alza como ganador. Si no hay cambio de planes, este será el sistema que se aplique también en los Juegos Olímpicos de París 2024 para valorar esta disciplina.

El break dance se prepara para los próximos JJOO de París 2024

El breaking forma parte de uno de los cuatro elementos de la cultura hip-hop, junto con el MC/rap, el grafiti y el DJ. La estética, la musicalidad, la improvisación y la personalidad son los rasgos que caracterizan a este tipo de movimientos. Para Martín, uno de los principales retos de este tipo de baile es reinventarse cada día, porque, a diferencia de otras disciplinas, «no hay un entrenador que te diga lo que debes hacer», cuenta. Aun así, sí que cuentan con un preparador físico que, acude al CAR unas tres veces a la semana, les ayuda a manejar la fatiga, la intensidad del entrenamiento y les enseña lo qué deben entrenar en cada época.

Reconoce que en 5 años se sigue viendo, entrenando en el centro de Madrid y trabajando en algo que realmente le guste. Aunque, confiesa que su sueño actual es poder clasificarse para los Juegos Olímpicos de París 2024. Gracias a la inclusión de esta disciplina en el evento deportivo más importante, a nivel internacional, el break dance vuelve a estar en la boca de la gente.

Imagen de cabecera cedida por Martín Perea y producción del vídeo por Estudio 24.

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