Todo lo que debes saber para montar un PC por piezas

Montar un PC por piezas permite ahorrar y a la vez disfrutar de construir tu propia máquina y la de nadie más.

Montar un PC por piezas es una de las experiencias más gratificantes que un amante de la tecnología y la electrónica clásica puede tener. La magia no ocurre sólo en el momento del cierre de la caja y el encendido, sino que empieza en el proceso de selección de piezas y posterior montaje. Conectar cada cable, comprobar que cada componente encaja a la perfección, y finalmente ver que todo funciona como debería. Pese a ser entrañable, montar un PC por piezas siempre no siempre es sencillo.

Lo primero que hay que saber es que montar un PC por piezas es más barato que adquirir un PC montado por una marca desde fábrica. Para usuarios con poca destreza, pagar ese sobreprecio puede merecer la pena por facilidad y soporte, pero para los que tengan cierta experiencia informática sólo poder elegir componentes de mayor calidad, y sobre todo tener flexibilidad, ya hará que merezca la pena.

Antes que nada, habrá que elegir caja. En mi caso, huiría de horteradas y elegiría un diseño sobrio. Aunque al ser algo subjetivo, mejor apuntar a las cosas que verdaderamente importan, es decir, el formato, las bahías, la ventilación y los filtros. Soluciones como la Corsair 270R valdrán para todos los tipos de placas y aceptarán grandes gráficas a la vez que permitirán una gran flexibilidad térmica.

Tras la caja, lo primero que habrá que elegir en un PC por piezas es procesador. En este aspecto nos encontramos en el momento más emocionante en años. Tras mucho tiempo desaparecida en combate, AMD por fin le ha plantado cara a Intel, y los preocesadores Ryzen 5 están entre lo mejor del año, listos para competir contra los i5 de Intel. Ahora mismo, AMD da mejor calidad precio, pero Intel está bajando precios a buena velocidad. En cualquier caso, hay que saber que la elección debe ir acompañada inseparablemente de una placa base compatible, pues el zócal cambia entre las arquitecturas de ambas compañías.

Para Intel habrá que elegir una placa base con zócalo LGA 1151, y para AMD con zócalo AM4. Marcas como Asus, Gigabyte o MSI son recomendables, y no hace falta irse a chipsets caros si no tenemos necesidades especiales como muchos periféricos de alto rendimiento.

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Combinar HDD y SSD siempre es buena elección.

Para el almacenamiento, lo mejor a día de hoy es optar por un disco SSD, pues garantizaremos el máximo rendimiento y un equipo tardará muchos años en sentirse lento. Entrando en modelos específicos, los que mejor relación calidad precio tienen son los Samsung Evo 850 y los Crucial MX300, con múltiples capacidades a elegir. Si se van de precio, lo ideal es apostar por unidades de 256 GB y complementar con un disco duro de 3.5″ de 2 TB.

Elegir buena memoria RAM también es clave para garantizar un rendimiento excelente en juegos y en multitarea. A día de hoy es muy recomendable apostar por cantidades que superen los 8 GB, siendo 16 ideales. Así nos aseguraremos de no tener que realizar un desembolso en mucho tiempo. En cuanto a marcas, Kingstonm o Corsair son buena elección, con frecuencias entre 2.400 y 3.000 MHz.

La última gran elección para montar el PC por piezas tendrá lugar con la tarjeta gráfica. Aquí sí que no hay mucha duda: para un equipo de gama media lo mejor es apostar por Nvidia, en concreto, por un modelo que cumplirá bastante bien moviendo pantallas 4K, y que permitirá jugar en configuraciones medias como es la GTX 1050 o la GTX 1050 Ti. Obviamente, con una tarjeta así nunca se podrá mover un título a máxima resolución ni de forma muy fluida. Lo que ocurre, es que, para llegar a ese estadio hará falta un desembolso muy superior por tarjetas como la 1060 o la 1070, que además tendrán consumos energéticos muy superiores.

Imagen principal: Austin Evans.

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