Un mundo hiperconectado, pero… ¿para TODOS?

Telefónica está sumergida en varios proyectos cuyo objetivo final es intentar hacer llegar internet a todos los lugares del mundo.

Cuando hablamos del mundo hiperconectado solemos encontrarnos con cifras como las extraídas del informe We Are Social y Hootsuite en el que se destaca cómo el número de usuarios de Internet crece un 9,1% respecto al año pasado y alcanza los 4.388 millones de internautas en 2019 con una penetración del 57%.

Pero, ¿qué es de aquellas personas que no están conectadas? ¿Realmente todos podemos disfrutar de las mismas capacidades de conexión vivamos donde vivamos? Pues la realidad es que no. Y, además, hacer que las zonas remotas tengan las mismas oportunidades en este sentido es económicamente muy costoso, y en muchas ocasiones, inviable.

En este contexto, y como reflejo de la misión de Telefónica, hacer nuestro mundo más humano, conectando la vida de las personas, la compañía está poniendo todo su esfuerzo en llevar la conectividad de voz y datos a cualquier lugar, pero de forma económicamente sostenible. Y para ello, es necesario trabajar de forma colaborativa y formar parte de proyectos globales como el 5G-RANGE.

En este proyecto europeo trabajamos para hacer posible que las personas que viven y trabajan en zonas remotas tengan las mismas posibilidades de acceso a Internet de alta velocidad como las que tendrían en zonas urbanas.

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Las actuales soluciones de Internet de alta velocidad no son económicamente viables para las zonas remotas, por el alto coste que supone la infraestructura respecto a su rendimiento de negocio.

Desde 5G-RANGE trabajamos para diseñar, desarrollar, implementar y validar los mecanismos económicamente efectivos para habilitar una red 5G para áreas, a través de una conexión de banda ancha fiable y de alta calidad con algunas características determinadas. Para ello será imprescindible el diseño y aplicación de nuevas técnicas en las distintas capas de los sistemas de comunicación.

Sobre la capa física, teniendo en cuenta las necesidades que surgen de la creciente demanda de comunicación entre maquinas o los servicios en tiempo real, es importante prestar una especial atención al diseño y la elección concreta de la forma de las ondas electromagnéticas (principalmente, longitud y frecuencia) que son las encargadas de desplazar/transportar físicamente la conectividad de un punto a otro.

En este sentido, y para su utilización en zonas remotas, a través del proyecto 5G-RANGE hemos seleccionado una nueva forma de onda basada en GFDM (Generalized Frequency Division Multiplexing), la cual tiene como principales características bajas emisiones fuera de banda, lo que permite evitar interferencias con otras tecnologías, una alta flexibilidad y un mejor aprovechamiento del espectro radio eléctrico, que permite una mayor capacidad para transmitir más datos (bits) y con mayor velocidad dentro de una banda de frecuencia concreta.

Otra de las ventajas es la reducción de costes operativos que traerá el uso de canales de TV gratuitos y libres (no asignados a ninguna operadora) en las bandas UHF/VHF (TV White Spaces – TVWS). Para ello, la capa de control de acceso a la red estará dotada de algoritmos cognitivos que permitirán agregar y asignar dinámicamente el espectro.

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Mas allá de la conectividad en zonas remotas…

El proyecto 5G-RANGE en el que trabajamos desde Telefónica activamente va más allá de definir e implementar los mecanismos para hacer accesible, y económicamente eficiente, la conectividad en zonas remotas. Su aplicación puede tener un gran impacto en diferentes industrias y grupos sociales que, además, en zonas remotas, son susceptibles de no poder transformarse y evolucionar, precisamente por la falta de una conectividad de alta calidad y velocidad.

La agroindustria y agricultura inteligente se verá beneficiada con nuevas capacidades que permitirán procesos cada vez más automatizados. Igual la industria minera, que podrá incrementar sus niveles de seguridad, a través, por ejemplo, de alertas programadas en la red. Otro sector de vital importancia y que en zonas remotas se convierte en diferenciador, en muchos casos, entre la vida o muerte, es el de la atención médica remota (e-Health), para el que la conectividad es clave.

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Respecto al impacto en grupos sociales, un claro ejemplo es el trabajo que estamos realizando desde Telefónica en Latinoamérica con Internet para Todos. Con este programa nos propusimos llevar la conectividad a las personas que viven en zonas poco pobladas, lo que nos ha permitido descubrir que hay una forma más económica de desplegar redes que nos ayuda a aportar valor a estos núcleos sociales. Nos lo cuentan en este vídeo Enrique Blanco, Global Chief Technology & Information Officer; y Gonzalo Martín Villa, Chief Innovation Officer de Telefónica, respectivamente.

Un ejemplo de cómo conectamos a los no conectados y su impacto directo en la sociedad es el de Negro Urco, una pequeña comunidad ubicada en plena selva peruana, a orillas del río Napo. Este programa pretende cubrir la brecha digital en Latinoamérica de una manera sostenible, reinventando cómo se hacen las telecomunicaciones. Y para ello, es necesario trabajar de forma colaborativa con empresas y organizaciones como Facebook o los Bancos de Desarrollo, con los que se lanzó una nueva compañía en Perú (Internet para Todos S.A.) con foco en cubrir la brecha digital. Cuando Telefónica decidió implantar allí el servicio de telefonía móvil e Internet, la vida de sus habitantes dio un giro de 180 grados.

Como vemos, la participación de Telefónica en proyectos de cooperación y nuevos modelos/aplicaciones de negocio es fundamental para la evolución de la tecnología de forma sostenible e igualitaria, y en aras de hacer nuestro mundo más humano, conectando la vida de las personas.

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