Una de las críticas que prolifera en los últimos años sobre el sistema educativo es su inmovilismo. Los métodos de enseñanza y, en general el ambiente de una clase, apenas han cambiado en décadas. Sin embargo, el mundo ha cambiado mucho en los últimos 20 años. Y lo fundamental no es solo las transformaciones producidas, sino las que están por venir.
El resultado es que los estudiantes de hoy se preparan con una educación de ayer para el mundo de mañana. Un mundo incierto, por otra parte, sujeto cada vez más a cambios imprevisibles. En este contexto, una de las formas que hemos desarrollado para afrontar esta aleatoriedad es la tecnología. Son precisamente las nuevas herramientas digitales las que impulsan una renovación educativa. O, al menos, lo intentan.
Nassim Taleb, ensayista y estadístico, ha reflexionado profundamente sobre la interconexión de estos factores. Este estudioso del azar y de la influencia que la casualidad tiene en nuestras vidas ha expuesto repetidamente la necesidad de sacudir fuertemente y renovar de forma integral la educación actual. Insiste en ello con un objetivo: preparar a las generaciones de estudiantes para un mundo incierto. Sobre ello hablará en enlightED, el evento mundial sobre educación que se celebrará del 19 al 23 de octubre.
Nassim Taleb o cómo enfrentarse a lo incierto
Basta con posar la mirada sobre las noticias o la hemeroteca reciente para darse cuenta de que estamos ante un contexto de gran volatilidad y desorden. Así lo ve Nassim Nicholas Taleb, nacido en la ciudad libanesa de Amiún, de población griega, en 1960.
A la edad de 11 años, Taleb vio cómo su mundo y su vida temblaban al son de los enfrentamientos locales. Había llegado a Líbano un amplio contingente de milicias palestinas huyendo de Jordania. La zona se desestabilizó y empezaron los choques entre cristianos maronitas y musulmanes sunitas. Pronto fueron arrastrados a la vorágine violenta chiitas, drusos y sirios. En una cascada de carambolas se desencadenó la guerra civil libanesa, que duraría 15 años.
Esta tragedia colectiva, vivida de cerca, impresionaría profundamente a Nassim Taleb. En realidad, el eje central de su pensamiento se puede rastrear en este conflicto. Con el paso de los años, el ensayista diría: “Estos sucesos eran inexplicables, pero hubo gente inteligente que pensó que era capaz de proporcionar explicaciones convincentes para los mismos, a posteriori”.
Taleb achacó este acontecimiento a la aleatoriedad. Sencillamente hay sucesos que ocurren de forma inesperada, por un vaivén del azar. Toda explicación que viene después es una racionalización de la cronología. Esto lo expuso en su libro El Cisne negro (2007), donde acuñó el concepto homónimo, que designa a estos fenómenos impredecibles. El estallido de la Primera Guerra Mundial o el 11-S son muestras de estos ‘cisnes negros’. Este título, junto a su otra obra de renombre, Antifrágil: las cosas que se benefician del Desorden (2012), ahondan en la incertidumbre como factor clave a tener en cuenta.
En esta etapa ya se pone de manifiesto su interés por la educación como palanca para prepararnos ante la incertidumbre. A partir de ese momento, dedicaría sus energías a su pensamiento sobre aleatoriedad y a una labor divulgativa.
La renovación de la educación como imperativo
Taleb habla y teoriza desde su experiencia con el foco puesto en la incertidumbre. Por eso se fija en la innovación educativa. El mundo cambia a pasos de gigante, ¿por qué la escuela no? La enseñanza tradicional se basa en la memorización de datos; algo que tiene cada vez menos sentido, según resalta el ensayista, ya que hoy accedemos a todo el conocimiento acumulado con una simple búsqueda en Internet.
Existe la necesidad de renovar la educación, según Nassim Taleb, desde la metodología a las instituciones. El tenaz estadístico aboga por la creatividad como atributo de obligación universal. Es hora de que deje de ser el patrimonio de unos pocos agraciados con un don. Ahora hay todo tipo de herramientas creativas, más baratas que nunca y fáciles de usar. Asimismo apuesta radicalmente por la práctica frente a la teoría.
La idea que apuntala su pensamiento es que la escuela prepara a sus alumnos para ser frágiles. Y esto no debe ser así en un entorno sujeto a cambios constantemente. La tecnología es uno de los factores que pueden volvernos obsoletos como profesionales. Pero también el contexto cultural e ideológico, que varía en cada generación.
Una de las claves es aprender a aprender en cualquier circunstancia. Para prosperar es necesario ser ‘antifrágiles’, otro de los conceptos estrella de Nassim Taleb. Una cualidad que va mucho más allá que la resiliencia. Sería aprovechar las situaciones adversas para mejorar, transformar la incertidumbre en oportunidad. Se trata de la forma de presentarse ante una realidad altamente exigente.
La ruta que sugiero en educación es que pongas a la gente trabajar de enfermeros y después vayan a la escuela de medicina. He hablado con muchos médicos y piensan que es una buena idea, porque están preocupados de que a medicina se convierta en algo demasiado teórico.
Nassim Taleb, en el programa Conversations with Tyler
Lecciones en tiempos del coronavirus
En contra de la opinión de algunos, la pandemia actual no es un cisne negro. Así lo ha afirmado el creador del concepto, quien el 26 de enero firmó un artículo en el que se exponía que la expansión del coronavirus podía ser no lineal y potencialmente severa. Pero lo que está claro es que se ha convertido en un acontecimiento que nos pone a prueba a todos, como individuos y como sociedad.
Para afrontar amenazas de este tipo, Nassim Taleb cree que deberían construirse estructuras políticas y sociales dedicadas a lidiar con ellos. ¿Cómo se hace esto? La operativa es compleja y con una casuística delirante, pero todo tiene que partir de una motivación común: prepararse ante lo incierto. Se trata de tener en cuenta que un fenómeno imprevisto puede suceder y establecer planes de contingencia acordes.
Entre todos los aspectos que habría que estudiar, Taleb pone el acento en dos áreas. La creación nuevos negocios y métodos educativos novedosos contribuirían a desarrollar estructuras antifrágiles.
De la teoría a la práctica en el discurso de Nassim Taleb
Respetado y reconocido a nivel mundial, ¿qué papel juega el discurso de Nassim Taleb en el mundo de la educación? Los colegios nos enseñan que la obediencia a un cierto protocolo será suficiente para prosperar. Pero realmente se trata de entornos protegidos.
Cuando una persona empieza a aprender de verdad es cuando tiene que trabajar y probarse a sí misma. Con el tiempo, esto le ayudará a tomar mejores decisiones y a crearse unas credenciales más valiosas que las que cualquier institución podría darle. A partir de ahí, es necesaria esa formación continuada que enriquecerá al profesional.
El pensamiento de Taleb cala poco a poco en la formación de muchas profesiones relacionadas con las nuevas tecnologías. Ya sea de forma indirecta o porque los responsables de los programas de formación han atendido a su discurso, en las empresas se ofrecen cursos para estar al día en nuevas herramientas, en metodologías en procesos. Los propios profesionales son conscientes de la necesidad de aprender día a día. Tienen que enfrentarse a un nuevo software desconocido o a una forma de trabajo que acaba de implementarse. El cambio se ha normalizado.
Incluso en profesiones tradicionalmente no relacionadas con el ámbito digital se ha extendido la necesidad de aprender. Se necesita saber manejar dispositivos, como una tableta, o aplicaciones corporativas, como una base de datos. En lo que respecta a las escuelas y universidades existe una corriente que busca estimular el pensamiento creativo. La memoria ha dejado de ser ese componente casi exclusivo para la nota final. Ahora la creatividad cuenta a la hora de plantear trabajos y abordar temáticas. De manera consciente o no, todos ellos son ejemplos de búsqueda de la antifragilidad.
