A medida que nuestra vida es más digital, cobra mayor importancia el saber diseñar correctamente todo el entorno digital en el que nos movemos. La Experiencia de Usuario (UX) nos ayuda a tener una navegación agradable y efectiva.
Cuando te metes en una página web lo que quieres es encontrar la información que estás buscando de manera sencilla. Si además el diseño es atractivo y la navegación por el sitio te ha resultado amena, o incluso te ha provocado unos minutos de felicidad, seguro que acabas volviendo. La experiencia de usuario (UX) es el término que define todo esto.
Para empezar, se puede definir la experiencia de usuario como la sensación, sentimiento, respuesta emocional, valoración y satisfacción del usuario respecto a un producto, es decir, el resultado del fenómeno de interacción del usuario con el producto que genera una percepción positiva o negativa.
Ahora que ya conoces la definición de UX, vamos a liar un poco más el rizo, y es que ya sabes que en el marketing digital no hay nada estático, es un mundo cambiante con nuevos conceptos y tendencias que surgen cuando menos te los esperas. ¿Es lo mismo experiencia de usuario que usabilidad? Pues no. La usabilidad hace referencia a la facilidad con la que las personas pueden utilizar algo fabricado por humanos con el fin de alcanzar un objetivo concreto. Se centra en el hecho de que el usuario que quiera realizar una tarea o conseguir algo pueda hacerlo fácilmente. Además, la usabilidad, no es una cualidad subjetiva o ambigua, ya que puede ser medida y evaluada objetivamente por la eficacia, eficiencia y satisfacción de uso.
Como vemos ambos conceptos son diferentes pero coinciden en la importancia de tener en cuenta la satisfacción del usuario al utilizar un producto o servicio. En resumen, la usabilidad es una parte de la experiencia de usuario, pero no la única, otras disciplinas como la arquitectura de la información o el diseño son también parte de esta familia digital.
Para todos aquellos que están en plena construcción de una site, recuerda que para el desarrollo de un proyecto web la información siempre tiene que estar bien organizada. ¿Cómo conseguirlo? Tanto la jerarquía del site, como el contenido web, y los sistemas de etiquetado y de navegación tienen que estar bien estructurados para que el usuario pueda encontrar lo que busca.
Otra cosa, no menos importante, es el diseño, el ‘maquillaje’ de tu página web. Tienes que intentar que sea atractivo, pero también que anime al usuario a utilizarlo. Para lograr este doble objetivo lo primero que debes conocer es cómo se comportan las personas cuando están usando un nuevo producto, cómo se comportan esos productos, y entender además la relación interactiva entre ambos comportamientos. Es decir, hay que utilizar herramientas que permitan analizar dónde hacen clic los usuarios cuando navegan por tu web o hacia dónde llevan el ratón cuando buscan una determinada información para poder sacar conclusiones que acaben mejorando la experiencia de navegación del usuario. Por eso es importante entender la naturaleza del usuario; conocer sus comportamientos, necesidades y motivaciones. Hay que realizar mucho análisis e investigación de la audiencia para conseguir generar la experiencia única que estamos buscando.
Para acabar de entender la experiencia de usuario hay que tener en cuenta que los aspectos emocionales y sentimientos que se generan juegan un papel fundamental en la interacción del usuario, porque esas sensaciones son las que influirán realmente en que el usuario o cliente vuelva o no a utilizar tu producto o servicio.
En definitiva, que una web sea funcional, fiable y usable es algo que se presupone a cualquier diseño. Una marca puede encontrar su diferencial en el simple hecho de que sea o no una experiencia placentera. Y eso es en lo que incide la experiencia de usuario.
Este post se publicó originalmente en el blog de Open Future_