negocio deja de ser startup

¿Cuándo una startup deja de ser una startup?

Hay ciertos indicadores que son determinantes para definir cuando un negocio deja de ser startup, veamos cuáles...

Una startup es un término anglosajón utilizado actualmente en el mundo empresarial que hace referencia a todas aquellas empresas emergentes o ideas de negocio, generalmente asociadas a la innovación y apoyadas en la tecnología. Pero, ¿qué ocurre con estas startups que debido a su desarrollo han pasado a ser muy rentables, a cotizar en bolsa o a dejar de existir como entidad independiente? Marek Fodor nos aporta algunas claves en su blog para definir cuándo un negocio deja de ser startup, en base a una serie de indicadores que pasaremos a explicar a continuación.

Una startup es una empresa de capital riesgo que se caracteriza por ofrecer un bajo coste de implementación, un riesgo más alto y una retroalimentación de la inversión potencial más atractiva para los inversores. De todas estas empresas sólo aquellas que alcanzan los primeros objetivos y superan el denominado “valle de la muerte”, tienden a la escalabilidad exponencial del negocio, ya que se expanden en nichos poco explorados con una inversión limitada de capital, del trabajo y de las condiciones del entorno.

Pero una vez alcanzada la alta escalabilidad del negocio se producen necesariamente una serie de cambios en la estructura de la empresa que, según Marek Fodor, son un claro indicador de que la compañía ha abandonado su condición de startup. Estos criterios hacen referencia tanto al funcionamiento como a la estructura organizativa de la empresa, así como a las nuevas estrategias de negocio adoptadas. En este aspecto, según Fodor, una startup con más de 2 años de vida o cuya fuente de inspiración para desarrollar nuevos productos son ya las ideas lanzadas por la competencia, son claros indicadores de que la compañía ha abandonado su condición de empresa emergente.

negocio deja de ser startup

Sin embargo, un negocio puede dejar de ser una startup por un sinfín de situaciones relacionadas con su desarrollo, como que la empresa haya alcanzado el break-even point –umbral de rentabilidad–, que pase a cotizar en bolsa o, por ejemplo, que haya dejado de existir como entidad independiente vía una fusión o una adquisición.

No obstante, existen indicadores menores que dan algunas pistas de la envergadura alcanzada por la empresa. Por ejemplo, que la empresa haya alcanzado la jornada completa o que la mayoría de personas de la empresa no dedique más de 8,5 horas diarias a su trabajo.

En cambio, tal y como explica Fodor en su blog, existe un claro síntoma de que el negocio ha dejado de ser una startup cuando los fundadores de la misma pueden pasar varios días sin aparecer por la oficina para tomar decisiones y la empresa sigue funcionando igual o mejor que con ellos presente.

Imágenes | vía Flickr –Heisenberg Media

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