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Nobel de Química 2018 para los científicos que dominaron la evolución

Frances Arnold, George Smith y Gregory Winter ganan el Premio Nobel de Química 2018 por utilizar los principios de la evolución de las especies para desarrollar proteínas y anticuerpos capaces de salvar vidas.

La química fue la ciencia más importante para Alfred Nobel ya que en el desarrollo de sus inventos los procesos industriales que utilizaba se basaban en conocimientos de esta ciencia. Tanto es así que se hizo famoso en el mundo entero por inventar la dinamita en 1866. El de química fue el segundo galardón que Alfred Nobel mencionara en su testamento, y desde que Jacobus Henricus Van´t Hoff fuera el primer ganador en 1901 por establecer los principios de la estereoquímica y de la cinética química, varios han sido los Premios Nobel de Química que han cambiado la historia.

Este año, la Real Academia de Ciencias de Suecia ha premiado con el Nobel de Química 2018 a Frances Arnold, George Smith y Gregory Winter por haber «tomado el control de la evolución y utilizar los principios de cambio genético y selección para desarrollar proteínas que resuelven los problemas de la humanidad», ha destacado Göran K. Hansson, secretario general de la Real Academia de Ciencias de Suecia, esta mañana durante la entrega del premio en Estocolmo.

Los métodos creados por los premiados son desarrollados internacionalmente en la actualidad para mitigar enfermedades y salvar vidas; promover una industria química más ecológica; producir nuevos materiales, y fabricar biocombustibles sostenibles.

La evolución de las especies: desarrollo de proteínas y anticuerpos

Los científicos galardonados han tomado el control de la evolución de las especies para conseguir fines beneficiosos para la humanidad. La mitad del premio de este año se ha otorgado a la química estadounidense, Frances Arnold, por desarrollar la primera «evolución dirigida de enzimas» en 1993, una técnica que se emplea actualmente para la creación de productos farmacéuticos y combustibles ecológicos.

Los químicos George Smith y Gregory Winter se reparten la otra mitad del premio por sus avances en el desarrollo de proteínas. En 1985, George Smith desarrolló una técnica conocida como «visualización de fagos«, que consistía en la utilización de un virus que infecta las bacterias para desarrollar nuevas proteínas, y cuya aplicación sirve para la producción de fármacos como la insulina.

Por su parte, Gregory Winter utilizo la «exhibición de fagos» para conseguir la evolución de anticuerpos que hoy día pueden neutralizar las toxinas, contrarrestar las enfermedades autoinmunes y hasta curar el cáncer metastásico. El primer producto farmacéutico basado en esté método fue aprobado en el año 2002 y se utiliza actualmente para el tratamiento de la artritis reumatoide, de la psoriasis y de la enfermedad intestinal inflamatoria.

Invenciones que cambian el mundo

El año pasado el galardón fue para Jacques Dubochet, Joachim Frank y Richard Henderson por su labor en el desarrollo de tecnologías capaces de fotografiar moléculas biológicas vivas. De hecho, sus estudios han permitido determinar qué función tienen en el organismo y cómo interactúan con otras biomoléculas. Una técnica premiada que ha servido para comprender, entre otros problemas, cómo actúa el virus del Zika, el sistema CRISPR de edición genómica o avanzar en el diseño de fármacos contra el cáncer.

En este sentido, el pasado lunes la inmunoterapia contra el cáncer, técnica desarrollada por James P. Allison y Tasuku Honjo, ganó el Premio Nobel de Medicina 2018, y las invenciones en la física del láser para su aplicación en sistemas biológicos como las proteínas obtenían ayer el Nobel de Física 2018.

Asistimos a una revolución sin precedentes en los campos de la física y la química que, sin duda, traerá enormes beneficios para la humanidad como los que hemos podido ver esta mañana.

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