La cámara Ozo de Nokia está preparada para la industria cinematográfica y es una de las primeras destinada a filmar imágenes profesionales en 360 grados.
La realidad virtual ha asaltado el conocimiento popular en forma de gafas. Las Oculus Rift pasan por ser las más famosas, pero las grandes marcas de electrónica de consumo, como Samsung, HTC o Sony, tienen su propio producto, mientras que Google presentó el pasado año las Cardboard como experimento. Sin embargo, detrás de las imágenes que se pueden admirar en estas gafas existe toda una técnica de grabación y, claro está, cámaras capaces de registrar vídeo en 360 grados.
Nokia acaba de presentar su cámara Ozo para grabar en 360 grados. Se trata de un dispositivo orientado a la industria cinematográfica, de hecho su aparición tuvo lugar en un evento de Hollywood en Los Ángeles. No es por tanto una opción para el mercado de consumo. Su precio será elevado y sus prestaciones se enfocan al segmento profesional, directamente ligado con el cine.
Ozo es el resultado de la aventura en la que se encuentra inmersa Nokia actualmente. Tras la venta de la división de móviles a Microsoft, la compañía finesa anunció que se centraría en tres áreas. La infraestructura de redes –un negocio tradicional para la empresa y donde cuenta con una posición dominante (que se verá realzada por la fusión con Alcatel-Lucent)– es su principal actividad, pero también se ocupa de los mapas, con Here, y de tecnologías avanzadas.
Esta última inconclusa categoría se empieza a dibujar con su introducción en la trastienda de la realidad virtual. Nokia Ozo es una cámara esférica capaz de grabar vídeo de calidad en 360 grados, compuesta por ocho sensores ópticos. Además cuenta con algunas funcionalidades atractivas para los directores de cine. Estos pueden ver lo que se está grabando en tiempo real, algo que no se consigue con otras cámaras. El dispositivo también renderiza la imagen, en baja resolución, en unos pocos minutos, con el fin de poder visualizar el vídeo sin tener que esperar todo el proceso, que puede llevar horas.
El sonido se registra en 3D con la ayuda de ocho micrófonos, uno por cada cámara, integrados en la esfera. De esta forma y gracias al proceso de renderizado, el audio es dinámico y persigue al espectador. El formato en el que graba Ozo es estándar, reproducible en unas Oculus y listo para subir a YouTube. La compañía afirma que su intención no es atrapar a las productoras de cine en un formato propietario. Por el momento ya tiene un socio para comercializar en Hollywood su producto.
Imagen: Juli Hansen
