La compañía noruega OSM Aviation va a comprar 60 aviones eléctricos, que se destinarán a la formación de pilotos.
Noruega es tal vez el país que más énfasis ha puesto en la electrificación de su transporte. Esto se aprecia inmediatamente en el ámbito de los coches eléctricos. China gana a todos por volumen, de eso no hay duda. Pero en cuanto al porcentaje de modernización del parque de vehículos, es difícil superar al país nórdico.
Sin embargo, Noruega no se ha quedado en el medio terrestre. También explora otras posibilidades y esto es precisamente lo que hace la empresa OSM Aviation. Esta compañía, especializada en formación y gestión de tripulación aérea, acaba de comprar 60 aviones eléctricos.
Es una novedad. Entre otras cosas porque no hay tantas opciones a la hora de adquirir un modelo de aeronave con este tipo de motor. Los fabricantes se aprestan a diseñarlos y, cada vez con más confianza, a construirlos. Pero siguen siendo una parte ínfima de la producción aeronáutica. Esta cantidad, en un sector no de por sí muy prolífico, es prácticamente irrelevante. Pero algo se mueve en la aeronáutica. Tiene que moverse para que una empresa de formación como OSM Aviation haya hecho un pedido tan voluminoso.
Las aeronaves estarán fabricadas por la estadounidense Bye Aerospace. Son modelos eFlyer 2, que usan un motor de propulsión Siemens de 120 caballos de potencia máxima. Su objetivo será servir para que los futuros pilotos se entrenen con ellos.
La elección de estos aviones para formar a los pilotos tiene un sentido más allá de la ecología. La compañía gastará 350.000 dólares por cada aeronave, pero su operación será más económica que los modelos con motor convencional. Una hora de vuelo le costará a OSM Aviation 20 dólares , mientras que hasta ahora le costaba 110 dólares. Las licencias, por supuesto, serán compatibles para volar con cualquier tipo de avión.
El último medio de transporte por electrificar
Sin duda el campo aéreo es el más difícil de electrificar. Pero en Noruega ya han asomado la cabeza con este movimiento. Así se empezó –siempre se empieza así– en los otros medios de transporte.
Ahora los coches eléctricos en Noruega tienen una popularidad tal que el Nissan Leaf fue el automóvil más vendido en 2018. A estas alturas el país se permite hacer experimentos pioneros y no poco costosos. Por ejemplo, Oslo es la primera ciudad que ha instalado una estación de carga inalámbrica para taxis eléctricos.
Pero también para el mar se ha explorado el motor eléctrico. El país botó un catamarán eléctrico con capacidad para 400 pasajeros. En un lugar plagado de fiordos y vías fluviales, es imprescindible prestar atención a los barcos.
Imágenes: Bye Aerospace
