Nuevas técnicas no invasivas de telepatía artificial permitirán registrar la actividad eléctrica del cerebro del usuario para controlar y dirigir robots con la mente
Investigadores de la academia militar china de Zhengzhou han desarrollado una nueva tecnología no invasiva que permitirá utilizar nuestras ondas cerebrales, también conocidas como EEG por sus siglas en inglés, para controlar y dirigir a nuestra voluntad el movimiento de autómatas y robots voladores. Un avance técnico que podría dar pie a una nueva generación de dispositivos electrónicos y electrodomésticos controlados por telepatía artificial.
Esta tecnología de origen militar, utiliza una interfaz cerebro-ordenador no invasiva en forma de casco receptor conocido como electroencefalógrafo. Este casco especial está integrado por una red de electrodos o neuroreceptores que detectan e interpretan la actividad cerebral del usuario, en concreto, la geografía de la corteza motora que regula el movimiento.
El casco, equipado también con auriculares, es capaz de registrar las pequeñas corrientes eléctricas producidas por las neuronas de la corteza motora cuando pensamos en un movimiento concreto en el espacio, como subir, bajar, girar a la derecha o a la izquierda. Cada vez que pensamos en un movimiento diferente se activan una nueva variedad de neuronas diferentes, que generan cambios en la actividad eléctrica del cerebro. Estos cambios son detectados por los neurotransmisores de la interfaz, para luego ser conducidos a un ordenador central que reconoce los patrones particulares asociados a cada uno de los comandos que controlan el movimiento del robot.
La tecnología de telepatía artificial de los científicos chinos utiliza un sistema similar al BCI, un software basado en imágenes de resonancia magnética funcional y EEG para mapear las zonas del cerebro cuyas neuronas se estimulan al pensar en un movimiento concreto en el espacio.
Las pruebas realizadas con los estudiantes de la academia militar de la ciudad china de Zhengzhou corroboran el funcionamiento de esta nueva técnica de control de robots con la mente, aunque con ciertas limitaciones. Los estudios preliminares realizados por los investigadores revelan que el usuario debe alcanzar cierto grado de concentración para conseguir que el robot realice el más mínimo movimiento, aunque se podría mejorar la sensibilidad del casco una vez completado el proceso de prototipado.
Lo más interesante de esta nueva interfaz es que su carácter no invasivo no supone ningún riesgo para el usuario, a diferencia de otras técnicas mucho más delicadas basadas en el implante de chips en el cerebro, en el caso de pacientes con lesiones medulares.
https://youtu.be/o1c60NEASLY
Según los científicos, esta tecnología se encuentra al 70% de su desarrollo a falta de reajustar el software y mejorar la eficiencia del reconocimiento de patrones cerebrales asociados al pensamiento del movimiento en el espacio. A pesar de su origen militar, una versión mejorada de esta tecnología podría dar lugar a una nueva generación de dispositivos con aplicaciones médicas y domésticas basadas en el control de objetos con la mente en tiempo real. Un avance que podría mejorar la calidad de vida y la autonomía con respecto a su entorno a muchas personas con apoplejía, autismo e incluso alzhéimer.
