Algunos granjeros de Nueva Zelanda comienzan a utilizar drones para pastorear a sus ovejas. Los dispositivos pueden incluso ladrar a los rebaños.
La introducción de los drones en el campo es una tendencia al alza. Desde hace unos años los especialistas en estas aeronaves pregonan sus virtudes para mejorar las condiciones de trabajo de las personas en el sector agrícola y ganadero, así como para incrementar el rendimiento de los cultivos.
La agricultura ha sido la primera en ser depositaria de los beneficios de los drones. El mapeo de los cultivos junto con las imágenes multiespectrales permiten la recogida de datos valiosos. De esta forma, es posible tomar decisiones más informadas respecto al estado de las tierras. Sin embargo, estas aeronaves no tripuladas también se pueden emplear en la ganadería.
Es lo que han empezado a hacer en Nueva Zelanda, un país de gran tradición pastoril. Allí hay algunos propietarios de rebaños que han optado por emplear drones para pastorear a sus ovejas. La finalidad es la misma que llevan a cabo los perros, tanto es así que los drones son capaces de ladrar.
Estos pastores usan modelos DJI Mavic Enterprise, que se sirven de altavoces para reproducir sonidos. De esta forma, los dispositivos pueden "ladrar" desde el cielo a las ovejas. De hecho, pueden hasta ponerles la marcha imperial de la Guerra de las Galaxias, si así lo quieren. Aunque, quizá, esta melodía sea algo excesiva para controlar el rebaño.
Lo cierto es que los pilotos tienen una visión amplia, desde el cielo, de cómo está el rebaño. Y con el vuelo del dron son capaces de juntarlo y conducirlo a donde se necesite. Esto resulta especialmente útil en invierno, cuando las bajas temperaturas no inviten en absoluto a salir de casa. El pastor puede guiar a su rebaño sin necesidad de despegarse del sofá del salón.
Drones en el campo
El empleo de drones para pastorear no es nuevo, pero su adopción aún está lejos de ser relevante. En el sector adyacente de la agricultura sí existen más aplicaciones y más explotaciones agrarias las han puesto en marcha. Pero, en general, estas aeronaves no tripuladas han hecho su entrada en el mundo civil por otros servicios.
La inspección de infraestructuras, como tendidos eléctricos o refinerías, así como la recogida de información en obras o en topografía son algunas de las aplicaciones más demandadas. Aunque el campo ofrece grandes posibilidades para estas aeronaves no tripuladas. En Nueva Zelanda aseguran que el pastoreo con drones les permite ser más eficientes y ahorrar tiempos.
Los drones pueden revelarse especialmente útiles en tareas de reconocimiento. Si es posible que exista un agujero en la valla es más fácil encontrarlo volando sobre ella que recorriéndola. Sin embargo, en condiciones de viento y lluvia estos dispositivos pierden eficacia. Las ráfagas de aire fuertes pueden desestabilizarlos, y la lluvia quita visibilidad.
Imágenes: William Hook, chuttersnap
