La foca bebé “Nuka” es un pequeño peluche robotizado cuyo uso en centros hospitalarios y residencias de ancianos está extendiéndose debido a los efectos positivos que logra en terapias médicas frente a problemas de ansiedad, tristeza o demencia
La foca bebé “Nuka” es un pequeño peluche robotizado cuyo uso en centros hospitalarios y residencias de ancianos está extendiéndose debido a los efectos positivos que logra en terapias médicas frente a problemas de ansiedad, tristeza o demencia
Echando la vista atrás, el término “robot” era considerado un palabro “del futuro” y que no saldría de las pantallas cinematográficas, pero la situación está cambiando y comenzamos ya a encontrarnos estos dispositivos de manera cotidiana. Este es el caso de Pepper, un robot que ayuda a los clientes a encontrar los artículos que necesitan en centros comerciales, como ocurre en los Carrefour situados en Francia.
De hecho, ese cambio en la imagen de los robots sigue dando pasos agigantados, y la sociedad está empezando a conocer una versión más amigable de estas máquinas, que, incluso, pueden llegar a convertirse en adorables compañeros como si de mascotas se tratase. Este es precisamente el caso de nuestro protagonista: el robot foca Nuka.
¿Quién es Nuka?
Nuka es un robot con forma de bebé foca, que en lugar de proceder de las tierras más gélidas del planeta viene de Japón, concretamente del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Industrial Avanzada (AIST). Mundialmente conocida como PARO (Personal Assistant RObot), Nuka es una herramienta terapéutica basada en la idea de evolución de terapia animal.
Su creador, Takanori Shibata, estuvo presente en la feria de robótica, Global Robot Expo, que tuvo lugar en Madrid a finales de enero. Aquí explicó por qué diseñar una foca y no otro animal como robot asistencial: “Comencé probando con robots perro y robots gato pero las personas esperaban demasiado de ellos, tenían demasiadas expectativas puestas, por eso acabé optando por una foca”.
El pequeño dispositivo robótico refleja una apariencia tranquila, y al ser como un bebé su aspecto produce ternura. De hecho, sus gestos y sonidos ayudan a que las personas acaben sintiendo afecto por este prototipo que responde a caricias y palabras. Para ello, consta de sensores que detectan la procedencia del sonido, y también de la inteligencia artificial suficiente como para responder al nombre que le pongan los dueños. Otra de las ventajas de Nuka es que puede ayudar a niños con problemas de comunicación. “Es un robot terapéutico, que en ningún momento va a quitar el trabajo a los trabajadores asistenciales. Es una herramienta de apoyo para mejorar la situación de las personas”, matiza Shibata, y añade que “los centros asistenciales que utilizan esta simpática foca en sus terapias han confirmado que Nuka ha logrado reducir el estrés de pacientes y cuidadores, a la vez que fomentaba la comunicación entre ellos”.
Además del gran efecto psicológico en las personas ayudando a la relajación, socialización, etc., este pequeño robot ha conseguido llegar al libro Guiness de los Récords como el dispositivo robótico más terapéutico del mundo tras ayudar a personas con los citados problemas de demencia, alzhéimer, discapacidades psíquicas o psicológicas donde la parte afectiva es de vital importancia.
Acompañados de robots
En 2020, el mercado mundial de los robots alcanzará los 10.000 millones de dólares, según las estimaciones del informe Mobile robots market by environment, realizado por la consultora Markets and Markets correspondiente 2015.
El mundo de la robótica ha llamado, poderosamente, la atención de cara al futuro,.. y su evolución lleva el camino establecido para que las máquinas sean capaces de realizar las tareas humanas.
Según los últimos datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Japón y España son los países con mayor esperanza de vida del mundo, y el envejecimiento social será uno de sus grandes desafíos. La robótica asistencial podría ser una gran solución a esta circunstancia.
El país del sol naciente, lugar de nacimiento de Nuka, prevé elaborar un plan dirigido al ámbito asistencial con tecnología robótica de tercera generación para mejorar la vida de los pacientes desde los cuidados hasta su movilidad, según el embajador japonés en España, Kazuhiko Koshikawa, presente en la Global Robot Expo. Uno de los grandes objetivos es “aumentar la magnitud del mercado de la robótica asistencial hasta los 390 millones de euros de cara a 2020”.En este contexto, el progreso social no busca contribuir a vivir más sino a mejorar la calidad de vida de las personas.
En suma, una feria que ha permitido mostrar los beneficios de la robótica de cara a la salud y al ámbito asistencial pero que deja abierto el peaje para el futuro que se avecina con los diferentes humanoides y dispositivos robóticos que están en proceso dentro de los terrenos profesionales y de investigación, y que cualquier día pueden ser parte de nuestros hogares.