Los datafonos, las tarjetas y, por supuesto, el dinero en efectivo están cada vez más cerca de extinguirse. El campo de los modelos de pago evoluciona a una velocidad vertiginosa, siempre enfocando sus esfuerzos en el área tecnológica. ¿Sabes cómo serán las nuevas “formas de pago”?
¿Alguna vez has abandonado una tienda decepcionado porque no puedes pagar ese producto que tanto quieres con tu tarjeta de crédito? Es un importante problema para los comerciantes, que obligatoriamente tienen que disponer de un datafono si quieren ser realmente competitivos. Pero no nos engañemos, para nosotros también es un engorro. Alguna que otra vez, a todos nos han pillado sin dinero en metálico.
Según el Banco de España, aunque la tendencia general en los últimos años era la disminución de tarjetas de crédito en circulación y de terminales de pago, a partir de este año las tornas empezarán a cambiar. Esto, sumado al indiscutible y exorbitado crecimiento del comercio electrónico, completa el cócktail necesario para que España sea el mercado perfecto en el que avanzar en el campo de los nuevos modelos de pago.
Por esto, las formas de pago están evolucionando rápidamente. Tanto los comercios como las entidades bancarias se están esforzando mucho; los primeros, incorporando los métodos de pago de vanguardia al poco de su lanzamiento, y los segundos, optimizando las plataformas para que puedan utilizarse por cada vez más usuarios.
El smartphone es la piedra angular en la que se centran las tecnologías que estudian cómo mejorar la experiencia de pago de los consumidores. Si unimos el contactless con una cartera (wallet) virtual, el resultado se parece mucho a pagar todas nuestras compras con un simple gesto de nuestra mano. Cargamos dinero en un monedero virtual de nuestro móvil, y vamos pagando con el allá donde vayamos, solo con pasar el dispositivo cerca del mostrador.
Seguridad
Obviamente, la digitalización de los procesos de pago requiere de medidas de seguridad cada vez más avanzadas y fiables. Según un estudio de MasterCard, el 73% de los consumidores considera el móvil como una muy buena opción para realizar el abono de sus compras. Además, los datos de cara a los comerciantes también son muy positivos, ya que las personas que utilizan estos nuevos métodos transaccionales gastan entre un 30 y un 60% más que las que utilizan métodos tradicionales.
Ya que no existe un coste extra a la hora de realizar este tipo de operaciones electrónicas, las únicas barreras a las que se enfrenta esta tecnología serían las de la seguridad por parte de las usuarios.
El punto ‘caliente’ de la seguridad en el pago electrónico se centra en los procesos de autentificación. Este proceso es el encargado de verificar formalmente la identidad de la persona que interactúa con el dispositivo, por lo que se tiene que llevar a cabo de manera robusta y segura para evitar suplantaciones.
La autentificación se puede llevar a cabo mediante claves, direcciones, o de manera criptográfica. De las tres, la más segura es la última, ya que con la otras dos es posible que alguien intercepte la información a medio camino, y suplante nuestra identidad para malversar nuestro dinero. Por supuesto, dentro de la autentificación criptográfica, existen múltiples maneras para llevarla a cabo. El escáner de huella dactilar, de retina o de voz son solo algunas opciones.
El pago móvil en España
En nuestro país ya están en marcha algunas iniciativas muy interesantes que tratan de transformar y evolucionar la forma de realizar los pagos. Su objetivo, aumentar la comodidad, la rapidez y, de nuevo, la seguridad.
El contactless no convence, todavía
Ya podemos encontrar (e incluso utilizar) dos formas distintas de contactless en España. Ambas se consideran útiles tanto para el consumidor como para el comerciante, pero cuentan con algunos ‘defectos’ que impiden que su uso se generalice entre la población.
La primera se basa en la incorporación de chips EMV (Europay MasterCard Visa). Entidades como Caixa o BBVA han impulsado fuertemente la incorporación de este tipo de soluciones, favoreciendo su rápida incursión en los negocios del país. El chip se cristaliza en forma de ‘sticker’ que los usuarios pegan en su móvil o cartera; una vez activado, el consumidor solo tiene que acercar el chip a la zona designada en la tienda en la que quiere comprar para realizar la transacción.
La segunda se basa en el sistema NFC (Near Field Communitations), una tecnología muy conocida dada la difusión que se ha realizado de las posibilidades que ofrece. Lamentablemente, todavía no ha llegado a despegar por las dificultades que entraña a la hora de cerrar acuerdos entre los distintos actores que son necesarios para que su ecosistema funcione correctamente.
La biometría funciona, pero es cara
La autenticación biométrica se basa en el reconocimiento de nuestra huella dactilar, que ya incorporan algunos móviles como método de desbloqueo. Algunas iniciativas en España plantean la sustitución de la tarjeta de crédito por nuestra huella, vinculada previamente a alguna cuenta bancaria.
La solución es sencilla, pero la barrera la presenta el alto coste de la producción de dispositivos de reconocimiento dactilar, que tendrían que estar instalados en cada comercio.
Otra opción es combinar el smartphone con la autentificación biométrica, aunque esto, de momento, se reserva para los usuarios que cuenten con dispositivos de gama lo suficientemente alta como para incorporar esta tecnología.
Los monederos virtuales
Este proceso consiste en vincular una o varias tarjetas bancarias (físicas o virtuales) a un monedero, que suele ser una app en nuestro móvil. Una vez hecho esto, se podría presentar el propio teléfono como si de una tarjeta de crédito se tratase.
Algunos ejemplos que ya funcionan en nuestro país son, por una parte, Yaap Money, iniciativa del Banco Santander, la Caixa y Telefónica para facilitar el pago entre comercios, además de entre personas. Yaap permite enviar y solicitar dinero mediante la propia aplicación, con el objetivo de facilitar la gestión. Una buena manera de juntar el dinero de varias personas para comprar un regalo, por ejemplo. Por otra, Iupay, que almacena varias tarjetas de crédito físicas y cuenta con muchos comercios que ya disponen de un terminal TPV de Redsys, necesario para pagar mediante este método.
En resumen…
Por parte de los organismos encargados de la regulación, existe la posibilidad de que se planteen nuevos cambios que modifiquen el escenario del negocio. Por lo tanto, hasta que la instauración de la tecnología no se extienda un poco más, solo podemos esperar.
En el ámbito tecnológico, predomina el contactless, aunque todavía no se haya definido el método para llevarlo a cabo de entre todos los que hemos expuesto arriba.