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¿Qué pasa cuando nos vacunamos en el espacio?

La NASA administrará vacunas a dos astronautas, uno en la Tierra y otro a bordo de la ISS, en un experimento para conocer más sobre el sistema inmune.

Tras la reaparición de la difteria en España, la comunidad científica volvió a recordarnos la importancia y la necesidad de administrarnos las vacunas indicadas en los calendarios autonómicos respectivos. Estas herramientas preventivas, que nos permiten soñar por ejemplo con un mundo sin polio, protagonizan ahora un nuevo experimento a bordo de la Estación Espacial Internacional.

La NASA, a través de su programa de investigación sobre gemelos, ha vacunado a los astronautas Scott y Mark Kelly contra el virus de la gripe. El objetivo es evaluar los cambios que ocurren en el sistema inmune cuando viajan al espacio. Las agencias espaciales han comprobado que las defensas de los cosmonautas cambian como consecuencia de diversos factores, entre los que podemos citar la microgravedad, el estrés, la radiación o los cambios nutricionales.

¿Qué ocurre en el sistema inmunológico de los astronautas?

¿Pero por qué se producen estas alteraciones? Las células del sistema inmune viajan normalmente por el torrente sanguíneo en busca de agentes extraños, como virus o bacterias, que puedan provocarnos una infección. Cuando viven en el espacio, los astronautas tienen mayor tendencia a sufrir este tipo de ataques infecciosos, además de alergias o reacciones de hipersensibilidad, ya que sus defensas parecen debilitarse (o a veces fortalecerse sin motivo) de algún modo que todavía no conocemos del todo.

La ciencia también sabe que algunos virus, como el de la varicela, parecen reactivarse al estar sometidos a condiciones de microgravedad. Esto no significa, según aclara la NASA, que «los astronautas enfermen, sino que pasan a vivir con unas condiciones inmunes óptimas para el desarrollo de patologías». Ésta es la razón por la que la agencia espacial de Estados Unidos pretende estudiar las alteraciones del sistema inmunológico.

La administración de las vacunas de la gripe a Mark y Scott Kelly será igual salvo un aspecto fundamental: mientras el primero permanecerá en la Tierra, el segundo pasará un año a bordo de la Estación Espacial Internacional. La investigación caracterizará el «inmunoma» de ambos cosmonautas, para detectar cambios que puedan deberse a la aplicación de las vacunas en diferentes condiciones.

De este modo, científicos de la Universidad de Stanford caracterizarán las alteraciones bioquímicas, moleculares, genéticas y fisiológicas que aparezcan tras la administración de las vacunas. Así podrán saber qué cambia exactamente en el sistema inmune de los astronautas, con el fin de garantizar su salud en el espacio y evitar que puedan infectarse por microorganismos patógenos.

Sus resultados también podrían ayudarnos a desarrollar nuevos tratamientos y medidas preventivas para disminuir en lo posible las disfunciones del sistema inmunológico y problemas de salud similares observados en la Tierra. Un ejemplo de esta aplicación sería la mejora de terapias para personas inmunodeprimidas o pacientes que estén afectados por enfermedades autoinmunes. La administración de las vacunas en el espacio servirá, por tanto, para responder diversas preguntas clave para la medicina.

Imágenes | NASA (Wikimedia)

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