Viendo la evolución de las nuevas tecnologías, la digitalización y los avances de la robótica y la Inteligencia Artificial, parece que el futuro tiene aún mucho que mostrarnos, y que el camino estará marcado por los logros informáticos que afinen cada vez más su funcionamiento.
Mucho se habla del concepto de “pensamiento computacional” pero, ¿sabemos realmente lo que es? Jeannette Wing lo definió en su artículo Computational thinking como un tipo de pensamiento que, basándose en los conceptos fundamentales de la informática, es capaz de resolver problemas, diseñar nuevos procedimientos y comprender sistemas complejos.
En ese mismo artículo, publicado en 2006, la informática e ingeniera estadounidense defendía la inclusión de este tipo de pensamiento en la formación escolar, de forma que los alumnos puedan acceder a la ciencia, la informática, la ingeniería y las matemáticas desde un paradigma de pensamiento adecuado, que integre el pensamiento humano y las capacidades y funciones de un ordenador.
Esta metodología implica, entre otras cosas, que los niños sean capaces de formular problemas que puedan ser resueltos con ayuda de herramientas tecnológicas, organizar y clasificar datos de forma lógica, elaborar modelos y simulaciones, automatizar soluciones mediante un pensamiento algorítmico, estudiar posibles soluciones con el fin de escoger el procedimiento más eficaz y generalizar un proceso de solución de un problema concreto a otros más complejos.
¿Es una de las habilidades clave del futuro?
Viendo la evolución de las nuevas tecnologías, la digitalización y los avances de la robótica y la Inteligencia Artificial, parece que el futuro tiene aún mucho que mostrarnos, y que el camino estará marcado por los logros informáticos que afinen cada vez más su funcionamiento. Al fin y al cabo, tanto los teléfonos móviles y otros dispositivos conectados, como los sistemas automatizados en ciudades y fábricas o los sistemas de respuesta inteligente, tienen de base una programación informática estructurada con una lógica propia. La cuestión ahora es: ¿podemos aprender esa lógica de pensamiento? ¿Podemos enseñársela a los niños y jóvenes para que afronten el futuro familiarizados con ella?
La respuesta es sí, y, de hecho, a finales de noviembre de 2018 abrirá sus puertas la Escuela de Pensamiento Computacional, un proyecto destinado a profesores de Primaria, ESO, Bachillerato y FP, impulsado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional.
Escuela de Pensamiento Computacional para docentes
Este proyecto, enmarcado en el Plan de Transformación Digital Educativa del Ministerio de Educación, se basa en el Digital Education Action Plan propuesto por la Comisión Europea. Su objetivo es implementar este nuevo paradigma en las aulas, partiendo del primer paso: formar a los docentes. El programa ofrecerá formación, soluciones tecnológicas y los recursos educativos necesarios para que los propios profesores incorporen habilidades de pensamiento computacional, programación y robótica.
La escuela diferenciará la formación a los profesores según la etapa educativa en la que imparten sus clases con el fin de que los docentes puedan impartir sus asignaturas en cada etapa en el marco del proyecto.
• Educación Primaria: en esta etapa el proyecto pilotará en torno a la programación informática como recurso para mejorar el aprendizaje de todas las áreas del currículo. Este método pretende que los alumnos aprendan matemáticas, idiomas, literatura o arte mientras desarrollan su pensamiento computacional.
• Educación Secundaria: el proyecto prevee el uso de tecnologías creativas en el aula. Para ellos se empleará software y hardware abierto que proporcione a los alumnos una comprensión más completa de la programación, la electrónica y la mecánica.
• Bachillerato y FP: se utilizará un simulador de robots para familiarizar a los alumnos con el lenguaje de la robótica. Tendrán la posibilidad de trabajar en la programación de robots, drones o coches autónomos.
El proyecto cuenta con la colaboración de la Obra Social la Caixa, que aportará financiación para tecnologías creativas en ESO, facilitando llegar a un máximo de 220 centros. Además, se repartirán 220 kits de robótica para aulas de Bachillerato y FP entre las comunidades autónomas teniendo en cuenta su población escolar.
A partir de ahora, las comunidades autónomas se encargarán de realizar la selección de los docentes y los centros que participarán en el proyecto, esperando que en el futuro el pensamiento computacional sea una asignatura habitual en la educación de niños y jóvenes.