SpaceX y The BOring Company están llamadas a encontrarse, según el cofundador de ambas, que tiene una particular visión del transporte del futuro.
Elon tiene un plan. El visionario emprendedor en serie no ha ido creando compañías toda vez que veía una oportunidad. Esa imagen de lince, que salta sobre cualquier nicho prometedor, se queda corta para Musk. Con mayor o menor acierto en sus iniciativas, lo que está claro es que todas parecen orientadas a impactar en el sector del transporte y energético.
Una cosa lleva a la otra. No habrá un nuevo concepto del transporte si no lo hay en la generación de energía. Pero el aspecto central de esta estrategia emprendedora es el transporte. Musk lo deja claro cuando amaga diciendo que The Boring Company y SpaceX unirán lazos en este ámbito.
Esto quiere decir, sencillamente, que se pretende combinar la tecnología de hyperloop, aún en experimentación; con un concepto de cohete que sirva para el transporte terrestre. No es la primera vez que se sugiere esto último. Y, en ambos casos, el aumento de la velocidad será significativo.
Se espera que hyperloop alcance velocidades de 1.000 km/h. Por ahora, ningún medio terrestre se acerca siquiera a esta cifra, que es la que rondan los aviones comerciales. Pero es que a esto, el plan de Elon Musk le sumará el viaje en cohete de SpaceX. La compañía ha señalado que investiga el uso de su Falcon Heavy para transporte terrestre de pasajeros.
La COO de SpaceX, Gwynne Shotwell, incluso ha dado una estimación de cómo sería este transporte. Se trataría de viajes que embarcarían a 100 pasajeros. Cada uno de ellos pagaría un billete de 2.000 dólares.
A esto se le añade que Musk desea que cualquier persona en una ciudad con hyperloop pueda desplazarse a un centro de lanzamiento del Flacon heavy en 15 minutos. Así, se podrá estar en cualquier parte del mundo en menos de una hora. La diferencia con un viaje de 20 horas con escalas es importante.
Un estacazo al transporte y al tiempo
De hecho, si el plan de Elon Musk logra su propósito –combinar ambas compañías, junto con Tesla, para el transporte privado urbano– el salto en el transporte puede ser comparable a la popularización del coche. Hasta que apareció el automóvil las distancias siempre eran largas. Los trenes aún no viajaban muy rápido y las vías férreas no tenían aún capilaridad. Así, los carros tirados por tracción animal seguían siendo una parte básica del transporte.
Con el automóvil se revoluciona el transporte privado y, con ello, el tiempo de las personas. Estas ya no necesitan dos días para hacer un trayecto sino dos horas. Les quedan 46 horas restantes que le han ganado al tiempo. Algo parecido es lo que se conseguiría reduciendo considerablemente lo que se tarda en ir de un punto a otro del globo.
Imágenes: SpaceX, The Boring Company