Naciones Unidas declaró 2016 como Año Internacional de las Legumbres, con el objetivo de promover sus desconocidos beneficios nutricionales y ecológicos.
Acabamos de comenzar un nuevo año, en el que los viejos propósitos se entremezclan con las energías recargadas para afrontar los próximos doce meses. 2016 ha sido también declarado Año Internacional de las Legumbres por las Naciones Unidas, una conmemoración que podría resultar sorprendente. ¿Qué celebramos exactamente?
Naciones Unidas comenzó a proclamar este tipo de efemérides en 1959, con la conmemoración del Año Mundial de los Refugiados. El objetivo era «despertar interés» y «fomentar nuevas oportunidades para el logro de soluciones permanentes» sobre un problema que, cincuenta y siete años después, está lejos de ser resuelto. Sin embargo, la oportunidad de concienciar sobre estos asuntos ha sido bien recibida en la celebración de otras fechas importantes, como el Año Internacional de la Salud y las Investigaciones (1961), el Año Internacional de los Derechos Humanos (1968), el Año Internacional contra el Apartheid (1978) o, más recientemente, el Año Internacional de la Diversidad Biológica (2010) y el Año Internacional de la Luz (2015).
En el caso de las legumbres, se trata de una ocasión única de orientar la divulgación científica hacia el terreno de la alimentación y la ecología. Y es que a propiedades nutricionales como la riqueza en proteínas, vitaminas y minerales, también debemos sumarle su baja huella ecológica y la mejora en la fertilización de los suelos. Con la celebración de 2016 como Año Internacional de las Legumbres, la entidad «pretende mejorar los niveles de nutrición, promover el consumo de estos cultivos y aportar conocimiento», según recogen en Agencia SINC.
Porque, por ejemplo, es probable que pocos sepan que las legumbres pueden ayudarnos a controlar el colesterol y la diabetes, debido a que son capaces de regular los niveles de azúcar en sangre. Su cultivo también supone un aporte importante en la lucha contra el cambio climático, pues su diversidad genética nos permite seleccionar variedades que mejor se adapten a las condiciones del entorno. Además, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, conocida mundialmente por las siglas FAO, reconoce que «las legumbres son plantas leguminosas que tienen la propiedad de fijar el nitrógeno, lo que puede contribuir a aumentar la fertilidad del suelo y que tienen efectos positivos en el medio ambiente».
A pesar de sus grandes (y desconocidos) beneficios, las legumbres no son del todo valoradas. Esta es la razón por la que Naciones Unidas ha decidido celebrar este 2016 como homenaje a estos cultivos, que también juegan un papel clave en el mantenimiento de la seguridad alimentaria. Este tema es fundamental en América Latina, África y Asia, donde las legumbres son parte de la dieta tradicional, siendo cultivadas en general por pequeños campesinos y familias de agricultores. De este modo, la conmemoración del Año Internacional de las Legumbres permitirá mejorar la comunicación y la conciencia pública de sus propiedades y beneficios, tanto en el ámbito alimentario, como en el ecológico y económico.
Imágenes | cookbookman17 (Flickr), makamuki0 (Pixabay)
