¿Por qué son necesarias las Smart Cities?

El siglo XXI está llamado a ser el siglo de las ciudades. Según Naciones Unidas ya en julio de 2007 la población urbana sobrepasó a la población rural en el mundo. Además, se prevé que esta proporción se incremente notablemente en los próximos años, hasta el punto que en el año 2050 prácticamente el 70% de la población mundial se haga urbana y muchas de las ciudades cuenten con más de 10 millones de habitantes. Se estima que en 2025, sólo en China, habrá 221 ciudades que superen el millón de personas, Europa tiene en la actualidad 35.

Las ciudades tienen un gran impacto en el desarrollo económico y social de las naciones. Son verdaderas plataformas donde las personas viven y trabajan, donde las empresas desarrollan su actividad y en el marco de las cuales se prestan numerosos servicios. Son, además, grandes centros de consumo de recursos. En la actualidad, las ciudades consumen el 75% de los recursos y de la energía mundial y generan el 80% de los gases responsables del efecto invernadero, ocupando tan sólo el 2% del territorio mundial.

Sin duda, toda esta evolución plantea un cambio muy importante en lo que se refiere al despliegue y a la gestión de las infraestructuras de todo tipo en el ámbito de las ciudades y por lo tanto este hecho habrá de ser tenido muy en cuenta por las políticas públicas que se desarrollen en el ámbito local en los próximos años.

Ante un escenario que muestra un entorno urbano con una demanda creciente de eficiencia y recursos las administraciones públicas han de plantearse una evolución en los modelos de gestión de las ciudades. Para ello, la aplicación de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) se hace imprescindible y se traduce en el concepto Smart City, que adelanta, con sus servicios, la que ha dado en denominarse Internet de las Cosas y la propia Internet del Futuro.

Smart City

Definimos así Smart City (en castellano Ciudad Inteligente) como aquella ciudad que usa las tecnologías de la información y las comunicaciones para hacer que tanto su infraestructura crítica, como sus componentes y servicios públicos ofrecidos sean más interactivos, eficientes y los ciudadanos puedan ser más conscientes de ellos.

Ahorros en la provisión de servicios en el marco de una Smart City:

Área de aplicación Ahorro
Riego de parques y jardines 15% del agua utilizada
Recogida de basuras 25% en requerimiento de transporte según el tipo de residuos
Gestión del tráfico 17% de emisiones de CO2 a la atmósfera
Smart Metering 10% en el consumo de energía eléctrica7% en el consumo de agua particular

En una definición más amplia una ciudad se puede considerar como “inteligente”, cuando las inversiones en capital humano y social, y en infraestructura de comunicación, fomentan precisamente un desarrollo económico sostenible y una elevada calidad de vida, con una sabia gestión de los recursos naturales a través de un gobierno participativo.

La Smart City se convierte en sí en una verdadera plataforma digital que permite maximizar la economía, la sociedad, el entorno y el bienestar de las ciudades y facilita el cambio hacia un comportamiento más sostenible entre todos los agentes: usuarios, empresas y Administración. Busca además aprovechar al máximo los presupuestos públicos precisamente gracias a la mejora de los procesos propios de la ciudad y sus habitantes. Por otro lado, permite habilitar nuevos modelos de negocio, constituyendo una excelente plataforma para la innovación en su entorno.

Fuentes de Valor de una Smart City:

  • Reducción del gasto público: se reduce el gasto público dedicado a la provisión y gestión de los servicios públicos
  • Incremento de la eficiencia y la calidad de los servicios: es posible realizar una gestión más eficiente de los recursos y mejorar la calidad de los servicios prestados
  • Ofrece soporte a la toma de decisiones: facilita la identificación de las necesidades de la ciudad y el planteamiento de nuevos servicios para ofrecerles soporte
  • Favorece la innovación: ofrece una plataforma ideal para innovar, incubar nuevos negocios e ideas y en general favorecer el desarrollo social
  • Ofrece información en tiempo real:  mejora el grado de conciencia de los ciudadanos sobre el entorno en el que habitan proporcionando información que fluye en tiempo real y al mismo tiempo mejora la transparencia de la administración.

De manera descriptiva, una Smart City es un espacio urbano con infraestructuras, redes  y plataformas inteligentes, con millones de sensores y actuadores, dentro de los que hay que incluir también a las propias personas  y a sus teléfonos móviles. Un espacio que es capaz de escuchar y de comprender lo que está pasando en la ciudad y ello permite tomar mejores decisiones y proporcionar la información y los servicios adecuados a sus habitantes. Además, el uso de técnicas analíticas avanzadas en tiempo real es lo que permite crear una especie de conciencia y entendimiento sobre la ciudad, lo que sin duda, mejora los servicios prestados.

Son muchos los tipos de iniciativas que se enmarcan dentro de un proyecto global de Smart City. Los ejes en los que suele incidir tienen que ver con:

  • La movilidad urbana:gestión del tráfico en tiempo real, gestión de los medios de transporte de viajeros, gestión de aparcamientos, gestión de flotas, gestión del uso de bicicletas, pago de peajes, soporte al uso de vehículos eléctricos, aplicaciones de trazabilidad y logística, servicios de compartición de vehículos, etc.
  • La eficiencia energética y en general, la gestión sostenible de los recursos:smartenergygrid, smartmetering, recogida y tratamiento de residuos urbanos, gestión de parques y jardines públicos, medición de parámetros ambientales, etc.
  • La gestión de las infraestructuras de la ciudad: gestión de edificios públicos e inmótica, gestión de infraestructuras públicas y equipamiento urbano, reporte de incidencias por parte de la ciudadanía, etc.
  • Gobierno participativo y e-Administración.
  • Seguridad pública: gestión de servicios públicos de emergencia y protección civil, videovigilancia y seguridad ciudadana, prevención y detección de incendios, etc.
  • Salud:telemonitorización y telemedicina, teleasistencia y servicios sociales, servicios de sanidad pública, etc.
  • Educación y cultura: e-learning y teletrabajo, e-turismo y servicios de información cultural, e-comercio, etc.

Ejemplo de aplicación en el ámbito de la movilidad. Trànsit en Barcelona

El futuro de las Smart Cities

Sin embargo, el modelo objetivo de una Smart City ha de ser tener una visión holística de ciudad que permita ir desplegando servicios según prioridades  sin que ello suponga tener silos de información que comprometan el desarrollo futuro de la Smart City y sus servicios.

Mucho de estos servicios que adelantan ya el futuro mundo digital, adquieren precisamente la masa crítica necesaria para su despliegue en el contexto de la Smart City.  Adicionalmente, poder cruzar la información procedente de ámbitos de gestión diferentes de la ciudad en tiempo real (o casi real) es algo que sólo puede llevarse a cabo en el marco de una Smart City y eso le confiere un especial valor, que favorece ese salto cualitativo en la manera de gestionar las ciudades que se va a hacer necesario en los próximos años.

Este post es una síntesis del Informe monográfico sobre tendencias perteneciente al proyecto del Informe “La Sociedad de la Información en España” elaborado por Fundación Telefónica.

 

Imagen|contructionweekonline

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