Si cierras o aprietas fuerte los ojos, serás capaz de ver extrañas manchas luminosas. ¿A qué se deben? La ciencia ha denominado fosfenos a estas sensaciones, y trata de resolver los misterios biológicos que presentan.
Si pruebas a cerrar los ojos, notarás que a veces eres capaz de ver colores. Esta extraña habilidad se produce incluso cuando no existe un estímulo luminoso previo. ¿Se trata de una alucinación visual? ¿Tiene algún tipo de explicación científica? Los investigadores trabajan desde hace tiempo en desentrañar el misterio de los fosfenos.
Estos fenómenos se refieren a la sensación de «ver» manchas luminosas como consecuencia de una estimulación magnética, eléctrica o mecánica de la retina y la corteza visual. Por ejemplo, es más fácil percibir colores si apretamos fuerte los ojos. ¿Sucede acaso como resultado tardío de haber recibir un fuerte estímulo de luz?
Curiosamente, la observación de los colores con los ojos cerrados había sido considerada como un fenómeno más cercano a la psiquiatría y la medicina que a la biología. Por ejemplo, si buscamos el concepto de fotopsia en un diccionario médico, veremos que se relaciona con la acepción de «alucinación visual» y de «afección de la retina». ¿Estamos ante un fenómeno patológico o es una sensación natural?
Un estudio, publicado recientemente en la revista Biosystems, explora un poco más el fenómeno de los fosfenos. El resultado es, cuanto menos, sorprendente. La idea que postulan los científicos es que las manchas luminosas que vemos al cerrar los ojos son producidas en realidad… por nuestros propios ojos.
No se trata de luz ordinaria, es decir, de aquella que recibimos y que estimula los conos y bastones de la retina para mandar unas señales que llegarán, a través del nervio óptico, a nuestro cerebro. De la misma forma que algunas especies de las profundidades marinas o diversos tipos de mariposas pueden ser fluorescentes, nuestras células podrían ser capaces de emitir fotones, en otras palabras, partículas lumínicas con origen biológico.
Ésta sería la lógica razón que se escondería detrás del extraño fenómeno de los fosfenos. Al igual que podemos «ver» los colores tras ser estimulados externamente con luz, también somos capaces de percibir manchas lumínicas si el propio estímulo viene de nuestras células. El intercambio de partículas lumínicas, según los científicos, es una tarea completamente normal de nuestro organismo y en particular, de estas estructuras celulares.
Los trucos que empleamos para percibir los fosfenos no vienen únicamente del interior de nuestros ojos. En el pasado, algunas investigaciones fueron capaces de determinar el ‘origen neuronal’ de este fenómeno. Y es que al parecer, la estimulación eléctrica y magnética del cerebro también puede dar lugar a la percepción de manchas luminosas.
Los científicos quieren ahora resolver el siguiente misterio: ¿podrá dicha estimulación ser consecuencia de una emisión de fotones biológicos, al igual que ocurre en nuestros ojos? Algunas hipótesis apuntan que las diferentes fuentes de biofotones determinan la forma, el color y los patrones de estas manchas luminosas. Sea como fuere, existe una razón científica detrás de los extraños colores que veíamos al cerrar los ojos. Poco a poco vamos siendo capaces de resolver un misterio que asombraba e intrigaba a partes iguales.
Imágenes | Deeped Niclas & Amanda (Flickr), Wikimedia, Wikimedia II