Portugal nos ha vuelto a adelantar a toda velocidad por la izquierda, pero sin hacer demasiado ruido. El país luso ha batido todos los récords europeos de energía solar.
Las energías renovables ya adelantaron en abaratamiento a las energías procedentes de combustibles fósiles en el año 2016. Los siguientes años fueron de bonanza para este tipo de energías, y hoy, en 2019, la energía solar y eólica son las más baratas de producir.
Según informes realizados por IRENA, el principal motivo de esto es el descenso del importe necesario para la instalación de paneles solares y turbinas. El coste de los proyectos solares ha disminuido en un 68% desde el 2010. Todo ello hace muy rentable a esta tecnología energética.
La contaminación al medio ambiente es menor y, de momento, cada año se abaratan más los costes, por lo que todos los puntos son positivos. De esta manera, Portugal se puso las pilas y se lanzó a lograr el liderazgo en energía solar dentro del marco europeo.
Así, Portugal consiguió cerrar su primera subasta de renovable con el precio más bajo del continente. Esto se traduce en que Portugal tendrá la energía solar más barata de Europa, pues consigue el MWh (la energía necesaria para conseguir potencia constante de un megavatio durante una hora) a la mitad de precio de lo que está instaurado en el Mercado Ibérico de la Electricidad.
La clave de Portugal es que tiene unas condiciones meteorológicas muy favorables para el desarrollo de estas actividades, pero, ¿no cuenta España con las mismas? La respuesta es un sí rotundo. Este evento ha aportado un soplo a España que ha hecho que se despierte, por fin, y que busque mayor inversión en este tipo de energías. De este modo, el gobierno español ya ha propuesto a la Unión Europea multiplicar por siete la potencia fotovoltaica actual para potenciar los MW a casi 40.000 antes del año 2030.
España produjo un 35% menos de energía renovable que Portugal durante el 2018
Más allá de esta primera subasta, en la que se han posicionado como líderes indiscutibles, el país ha logrado récords de consumo eólico, que muy lejos quedan de España.
Además, se han adentrado de lleno en la energía eólica marina. En resumen, mientras que los portugueses disfrutaron de un 75% de consumo eléctrico procedente de energías verdes en 2018, los españoles solo lo hicieron en un 40%.
Todavía hay mucho que aprender de Portugal.
