¿Cómo podríamos reciclar el plástico que usamos a diario? Jóvenes estudiantes presentan la impresora 3D ProtoCycler, que nos permitiría reutilizar este material.
Piensa en la botella de agua que tienes en tu oficina. O en el vaso de café que tomas a media mañana en el trabajo. El capuchón de los bolígrafos, las bolsas del supermercado y hasta los juguetes de tus hijos se componen del mismo material: plástico.
Reciclarlo es una pesadilla para la humanidad, pues perdura en el ambiente durante cientos de años. Y mientras buscamos soluciones que nos ayuden a degradar de forma ecológica y sostenible este material, una impresora 3D, llamada ProtoCycler, ha llegado con la solución más inesperada.
ProtoCycler reutiliza el plástico que ya no usas
El reciclaje del plástico podría estar en la tecnología más rompedora de los últimos años, la impresión 3D. O al menos eso piensan estudiantes de la University of British Columbia, que han diseñado una impresora 3D de escritorio que puede emplear desde botellas de plástico a piezas de Lego como materia prima para funcionar.
La idea original de utilizar plástico como ingrediente de la ‘tinta’ de la impresión 3D no es totalmente nueva. Como os explicamos hace unos meses en Think Big, la impresora 3D-Reprinter de Yanko Designs era capaz de alimentarse de botellas de plástico de medio litro para funcionar.
La innovación introducida ahora con ProtoCycler se basa en que amplía el tipo de materiales que puede usar como ingrediente. La ventaja es fundamental: nos permite trabajar con filamentos económicos al mismo tiempo que logramos reciclar un material altamente contaminante.
Uno de los jóvenes inventores, Dennon Oosterman, ha señalado «que estaban muy preocupados por la cantidad de residuos plásticos que se generan en cualquier proyecto de ingeniería». Por este motivo, buscaron una solución inteligente que les permitiera reciclar este material. Y sorprendentemente funciona.
La ventaja de la impresora 3D ProtoCycle es que no sólo serviría para aplicaciones relacionadas con la ingeniería, como inicialmente pensaron Oosterman y sus colaboradores. Esta máquina, que puede adquirirse por 700 dólares en Redetec, también puede usarse en cualquier aspecto de nuestra vida diaria. De este modo podríamos reciclar todo el plástico que queramos y emplear nuestra imaginación para imprimir en tres dimensiones productos que necesitemos.
Imágenes | ProtoCycler, Hans (Pixabay)