Una alianza entre los dos gigantes nipones dio lugar a la Nintendo PlaySation en 1991, tres años antes de que Sony lanzara el primer modelo de su consola.
Ahora que la morriña por los años 80 y 90 inunda el mundo del videojuego, quizá merezca la pena ahondar en la peor de las nostalgias, la que no pudo ser. Esta es la sensación a la que apela la Nintendo PlayStation, el proyecto entre la reina del videojuego de aquel momento y la compañía que pronto empezaría a disputarle este título. Las dos firmas japonesas, Nintendo y Sony, colaboraron para crear un prototipo de consola del que se fabricaron 200 unidades. La alianza no llegó a buen puerto y el proyecto conjunto se abortó. Las dos tomarían caminos diferentes.
Nintendo ha jugado repetidas veces la carta de la nostalgia para engordar las ventas, como hizo con el lanzamiento de la SNES Classic Mini. Muy similar fue la estrategia de Sony cuando lanzó la PlayStation Classic. Y es que ya ha pasado más de cuarto de siglo desde la aparición de estas consolas. A esta época se remonta la historia de la Nintendo PlayStation.
Cuando el 1994 Sony lanzó al mercado una rutilante consola provocó la admiración de niños y adolescentes por igual. Por no hablar de los jugosos beneficios que daría la franquicia. Pero también había un elemento de sorpresa. La marca era conocida por sus aparatos electrónicos. En cambio, resultaba una total desconocida en el mundo de los videojuegos.
Como todo, ante el lanzamiento de un nuevo producto, el camino había sido largo y los resultados, para nada inmediatos. La andadura de Sony en la industria de los videojuegos comienza varios años antes. La prueba física es la consola Nintendo PlayStation, uno de cuyos prototipos se ha subastado por 360.000 dólares.
Un híbrido que alienta la imaginación
La consola llama la atención por su diseño. Su color homogéneo y los botones redondos recuerdan a la primera PlayStation. Mientras que el lector de cartuchos para los juegos, así como otros botones rectangulares, recuerdan a la Super Nintendo (también de 1991). Los mandos son casi idénticos a los de la SNES. El casi es por un par de detalles. En el centro, donde debería poner SUPER NINTENDO, aparece la marca Play Station, bajo el amparo de SONY, esta sí en mayúsculas.
La consola tiene otra particularidad. Y es que cuenta con un lector de CD-ROM. Se daba aquí la coincidencia, más bien el choque, de dos modelos. Sony había inventado, conjuntamente con Philips, el estándar del CD-ROM. Un nuevo formato para la industria musical, pero también con la posibilidad de revolucionar el almacenamiento portátil en la informática. La compañía tenía un claro interés en empujar el disco compacto.
Al otro lado estaba Nintendo, que tenía su propia tecnología de cartuchos de videojuegos. No estaba dispuesta a diluir todo ese trabajo de desarrollo en favor del CD-ROM. Tal vez este choque fue uno de los motivos por los que las dos empresas no se pusieron de acuerdo en comercializar la consola. De lo que al parecer se tiene más certeza es de que este modelo subastado es el único que quedaba, pues las otras 199 unidades se destruyeron.
