Este proyecto es el primer paso para que los robots y los dispositivos del futuro adquieran la capacidad de aprender.
El fabricante de chips Qualcomm está llevando a su máximo exponente el diseño de hardware, como ha demostrado públicamente hace unos días. Trabaja en una arquitectura inspirada en el cerebro y el sistema nervioso humanos. Tanto es así que utiliza el término NPU (neural processing unit) para definir a estos procesadores, que están preparados para reprogramarse y ser capaces de llevar a cabo tareas cognitivas. Es el primer paso para que las máquinas adquieran la capacidad de aprender y se les pueda enseñar.
La demostración de Qualcomm incluye un robot de suelo, con ruedas, que se mueve sobre una superficie gris donde hay dos cuadrados blancos, junto a otros dos amarillos y una pareja de azules. El objetivo es que la máquina sólo busque los blancos, pero su software no está diseñado para esta tarea. Sin embargo, los ingenieros pueden «amonestarla» cuando dé con otro color y «premiarla» cuando se encuentre con el blanco, de tal manera que aprenderá a ir solamente de blanco en blanco, evitando el resto de tonalidades.
Este aprendizaje basado en el refuerzo positivo y negativo es la forma básica que contemplan maestros y pedagogos para enseñar a un niño. Qualcomm ha exportado este método a sus chips. La compañía afirma que lleva tiempo trabajando en una nueva arquitectura que rompe los moldes tradicionales e imita el funcionamiento del cerebro humano: Qualcomm Zeroth. Su objetivo es que los dispositivos y los robots comiencen a tener capacidades cognitivas.
Los tres pilares de Qualcomm Zeroth
El proyecto se basa en tres líneas de trabajo principales. La primera de todas ellas consiste en proporcionar a los chips una capacidad de aprendizaje inspirada en la biología. El software permite a las máquinas asimilar el feedback que reciben del entorno y transformarlo en deducciones y conocimiento útil.
La segunda meta es que los dispositivos puedan ver y percibir el mundo como los humanos, para lo que se imita el funcionamiento del sistema nervioso, en el que se basan las comunicaciones entre procesadores Zeroth y sensores. Por último, Qualcomm ha creado la neural processing unit o NPU (no confundir con net process unit), que se puede reprogramar y conducir tareas de carácter cognitivo, como clasificación y predicción.
Con Qualcomm Zeroth, la compañía pretende dotar a los robots de chips avanzados, mejorar los implantes cerebrales y crear smartphones que ganen en eficiencia a la hora de procesar información. Estos terminales serían capaces de aprender y sus usuarios podrían enseñarlos a adaptarse a sus costumbres, tal y como se hace con un animal doméstico.