El acceso a financiación es uno de los grandes desafíos a superar por las empresas españolas. El capital riesgo puede ser una alternativa para aquellos proyectos con alto potencial de crecimiento.
Uno de los problemas más importantes de la economía española se centra en el acceso a financiación por parte de las empresas. Entidades internacionales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Central Europeo han señalado a este problema, junto con la falta de crédito, como dos de los retos importantes a superar en el futuro. En ese escenario difícil aparecen alternativas interesantes, como el capital riesgo, que pueden apoyar el desarrollo de nuevas empresas con una clara proyección de crecimiento.
Y es que el año pasado, el informe del Ecómetro KPMG-elEconomista señalaba que el 43% de las empresas tenía graves problemas de acceso a financiación. Esta circunstancia conllevaba efectos muy negativos sobre la marcha de los negocios, con problemas en la tesorería o en las operaciones de la compañía.
En ese sentido, los emprendedores pueden optar por desarrollar su startup con la colaboración de una aceleradora de empresas, como podría ser Wayra. En el caso de España, las empresas ya han conseguido obtener más de 6 millones de euros para sus proyectos. Esta posibilidad, sin embargo, no siempre existe, por lo que aquella persona interesada en montar su propia compañía debe contemplar otras alternativas.
Capital riesgo, financiación a proyectos con alto potencial de crecimiento
ENISA, la empresa pública dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, define el capital riesgo como «la financiación proporcionada a empresas con alto potencial de crecimiento a cambio de una participación accionarial ampliamente utilizada en los países de nuestro entorno«.
Durante el año 2012, en España se realizaron más de 500 operaciones de inversión de capital riesgo en diferentes proyectos empresariales por importe de unos 2.472 millones de euros. A pesar de la crisis, el estado de este tipo de actividades mostró una clara mejoría durante el segundo trimestre de 2013, donde según datos de la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo (ASCRI), se observó un cambio de tendencia, al superar las inversiones los 1.870 millones de euros.
El capital riesgo no se fija únicamente en un único sector económico. El último informe de ASCRI, presentado en abril de 2014, señala las operaciones de inversiones más importantes de los últimos meses. En el sector biomédico, empresas como CVRX o Stat Diagnostica han recibido la participación de firmas como Ysios Capital, Caixa Capital Risc o Idinvest Partners, entre otras entidades.
Otras compañías relacionadas con el sector tecnológico y de las comunicaciones también han recibido financiación de diversas entidades de capital riesgo. Por ejemplo, Alient Vault, especializada en seguridad informática, ha contado con el apoyo económico de firmas como Intel Ventures, Top Tier Capital o Neotec.
A pesar de que el acceso a financiación de capital riesgo no está aún consolidado en España, las perspectivas son positivas. En 2013, 14 de las 15 nuevas entidades que realizaron operaciones en nuestro país eran extranjeras, y entre otras destacaron Springwater Capital o Triton Partners.
La entrada en vigor de la nueva Directiva AIFMD, junto con las conclusiones positivas de los últimos informes, ofrecen una buena perspectiva de crecimiento para 2014 y 2015. Aunque aún debemos aprender lecciones sobre cómo mejorar y atraer inversión de capital riesgo, el ejemplo de países como Israel puede ayudarnos a superar uno de los desafíos más importantes para la economía española: mejorar el acceso a financiación de nuestras empresas.
Imágenes | Fill (Pixabay), Jarmoluk (Pixabay), Bernat Casero (Flickr)