RED, el fabricante de cámaras de vídeo, ha prometido lanzar un smartphone holográfico multidimensional, pero no está nada claro a qué se refieren.
La holografía lleva años copando titulares en el sentido de integrarse en smartphones. Fuera de soluciones 3D, que para nada son hologramas, todo comenzó con vídeos hechos por aficionados sobre el iPhone 5 (cuando se pensaba que el 4S, allá por 2011, podría llamarse así) en los que se sugería que el terminal podría tener un «teclado holográfico», sobre el que el usuario podría teclear en una superficie como una mesa sobre la que se proyectaba un teclado. Además no tener ningún sentido, no eran hologramas, sino simplemente una proyección táctil, al estilo de lo que Sony mostró en el MWC.
Ha sido RED, una compañía que hace cámaras de cine, la que ha vuelto a poner el tema en la agenda, pues ha anunciado el lanzamiento de un smartphone holográfico multidimensional con una pantalla de 5,7 pulgadas que ofrece la posibilidad de mostrar contenido en 2D y 3D, además de holográfico de cuatro puntos. Sin explicar qué supone, afirman que emplean nanotecnología para cambiar entre los distintos modos. Pasando al sonido, hablan de audio expansivo multidimensional, y todo huele a marketing, porque podrían hablar simplemente de simulación de audio 5.1 como del que llevamos décadas disponiendo.
El teléfono cuenta con la posibilidad de ampliarse con módulos, de la misma manera que los Motorola o el Essential Phone de Andy Rubin, aunque con el objetivo puesto en desarrollar mejoras para la captura de imagen. Si el Essential ya tenía un precio fuera de mercado teniendo en cuenta la competencia, aquí mejor ni tomarse en serio los precios, pues el modelo de aluminio contará con un precio de 1.195 dólares y el de titanio de 1.595 dólares.
Respondiendo a la pregunta que da título al artículo, la primera respuesta debe ser que antes, de nada, es bueno nadar en escepticismo. La holografía entendida como lo que es no se ha mostrado ni siquiera en dispositivos de gran tamaño, por lo que no es lógico pensar que pueda existir. La promesa del 3D, como ya vimos en el LG Optimus 3D o en la Nintendo 3DS, es posible, aunque ya se vio que el mercado no tiene gran interés.
Un smartphone propiamente holográfico, sin pantalla, no sería práctico, pues para ser usado tendría que estar siempre proyectando en el aire, lo que no lo haría cómodo más que para reproducción multimedia. De ser perfecto, el holograma podría ir pegado simulando ser una pantalla como las actuales, pero la tecnología actual no da para ello. Lo más honesto que se puede esperar es que muestre cierta profundidad, como ya intentó Amazon con su Fire Phone. Todo lo demás huele a marketing.