La tecnología también alcanza el mercado estético, cepillos que nos ofrecen un diagnóstico de nuestra salud capilar, maquillaje personalizado con colorimetría e “impresoras de maquillaje”, smartphone como espejo, salón de peluquería o chivato de los rayos perjudiciales del sol en nuestra piel.
Una de las muchas ventajas de los avances de la tecnología es su extensión a diferentes campos y bolsillos. La irrupción de la tecnología en el sector de la cosmética no es un tema que se trate con la misma asiduidad que en otros campos, pero algo está claro, ha llegado al mundo de la cosmética con el objetivo de no dejar indiferente a nadie.
La feria Viva Technology, celebrada durante este verano en París, donde se concentraron stands de primeras marcas de telefonía, electrodomésticos, robótica y otros muchos sectores, dio muestra de las mejores aplicaciones de la tecnología en la belleza.
Uno de los productos más destacados fue el Kérastase Hair Coach, en cuya creación ha participado la compañía francesa Withings. Se trata de un cepillo integrado por seis sensores que recogen diferente información sobre nuestro cabello. El elemento principal es el micrófono que tiene en la parte central de sus púas de plástico, que cumple la función de “escuchar” a nuestro cabello.
Como leéis, el cepillado del pelo suena de una forma u otra según el estado del mismo, lo que nos permite saber si está roto o dañado y en qué grado – concretamente, factores como la manejabilidad, el encrespamiento, la sequedad, las puntas abiertas y la rotura, entre otros –. La información que facilitan los sensores, sincronizados con nuestro dispositivo móvil a través de wifi o bluetooth, conforman un diagnóstico de la salud de nuestro pelo, que podemos analizar con detenimiento en la app designada para ello.
La app, Hair Coach Smart, nos permite hace un seguimiento exhaustivo de nuestra salud capilar, a través de porcentajes y valoraciones específicas: daños, rotura, enredos y sequedad. Además, ofrece la posibilidad de recibir asesoramiento dos veces por semana. La parte social, como toda app, nos ofrece la posibilidad de compartir estadísticas y diagnósticos con nuestro círculo íntimo.
Una de las ventajas de los avances de esta tecnología, es que podemos utilizarla tanto con pelo mojado como seco. Los sensores de conductividad se encargan de detectar este aspecto, gracias al cambio de sonido que se produce según se encuentre en un estado u otro. Sin embargo, el dispositivo electrónico no debe sumergirse en agua.
Entre los elementos que lo integran destaca un acelerómetro y un giroscopio, los cuales detectan el ángulo y la velocidad del cepillado, información que se procesa junto a la de presión y fuerza (aspectos detectados por las células triaxiales). Los resultados determinan si lo estamos cepillando de forma adecuada o no, pudiendo corregir nuestra forma usual.
El cepillo, que vela por nuestra salud capilar, llegó al mercado hace tan sólo unos días, el pasado mes de septiembre para ser más exactos, y ya se comercializa en España, Japón y Estados Unidos entre otros.