¿Cuál es la receta para una vida feliz, larga y saludable? Robert Waldinger, profesor de psiquiatría y cuarto director del mayor estudio sobre la felicidad, intenta responder a esta cuestión en el Estudio de Desarrollo Adulto de Harvard. Una investigación que se desarrolla en torno a cómo las relaciones sociales y las conexiones humanas afectan al bienestar de las personas.
En una charla en Mejor Conectados, Waldinger sostiene que, «el secreto de la felicidad son las pequeñas cosas». A lo que añade que, «una de las claves más importantes para ser feliz es la calidad de nuestras relaciones sociales«.
Muchas personas se esfuerzan por definir la felicidad y/o vivirla, cuando la felicidad no es algo repentino, sino un proceso gradual en el que la perseverancia tiene un papel clave. Para alcanzar este estado tan anhelado por la sociedad no existe una única receta. Sin embargo, sí que podemos llevar a cabo una serie de acciones que nos ayudarán a sentirnos mejor con nosotros mismos.
Una de ellas es cuidar de las relaciones sociales que nos rodean, así lo confirma el estudio que dirige Waldinger. Gracias al cual se ha evidenciado el efecto positivo que las relaciones personales sanas tienen sobre la felicidad de las personas y su salud física. De hecho, la investigación revela que las personas con más vínculos sociales con la familia, amigos, compañeros de trabajo, etc., son más felices, están más sanas y tienen una mayor esperanza de vida que aquellas personas que tienen menos vínculos afectivos. En otras palabras, lo importante no es la cantidad de esas relaciones sociales, sino la calidad.
¿Cómo mejorar las relaciones sociales?
En ocasiones, el día a día y el estar expuestos a continuos estímulos provoca que no pasemos el tiempo deseado con nuestros seres queridos y amigos. De ahí, la necesidad de cambiar la mentalidad y prestar más atención a lo que de verdad importa, porque tener buenas relaciones sociales es una fuente de felicidad y de apoyo.
Como decía Aristóteles, el ser humano es un ser social por naturaleza y desde siempre ha sentido la necesidad de comunicarse, relacionarse y disfrutar de la compañía de otras personas. Por eso, tener relaciones sociales sanas y compartir actividades con esas personas son una fuente de felicidad y nos puede ayudar a tener una buena autoestima y sentirnos plenos.
En línea con lo anterior y con la convicción de la importancia del propósito de Telefónica, la compañía realizó el estudio La importancia de las conexiones humanas, que reafirma algunas de las evidencias del estudio dirigido por Waldinger. Como que las relaciones personales son la principal fuente de felicidad y bienestar, porque gracias a ellas cubrimos necesidades humanas, relacionadas con nuestro bienestar fisiológico y psicológico. Además de pertenencia, afectivas, de comunicación y crecimiento personal. De ahí, la verdadera importancia de conectar, porque sin conexión, a veces, no hay relación y, por ende, perdemos el acceso a nuestra fuente de felicidad.