Tras años de dominio incontestable de Intel, AMD aviva la guerra de los procesadores con Ryzen, con más rendimiento y más económicos y eficientes que sus competidores.
La informática de escritorio, incluyendo a los portátiles, está tremendamente estancada en casi todos sus aspectos, pero especialmente en el del rendimiento que corresponde a los procesadores. El gran responsable de que en 5 generaciones de procesadores la velocidad de nuestros ordenadores apenas haya variado tiene un nombre muy claro: Intel. Sin embargo, el no tener competencia ha hecho que su gran competidor durante la década pasada se hundiera, y pese a no mejorar, pudieran establecer precios desorbitados sin que el usuario tuviera alternativa. Pero algo va a cambiar el mercado, y su nombre es Ryzen.
Salen a la venta el 2 de marzo y su apuesta estrella son los 8 núcleos y fabricación en 14 nanómetros para competir con el Intel Core i7 6900K. Las primeras pruebas apuntan a que el procesador tope de gama de AMD, el Ryzen 7 1800X es un 9% más potente que su competidor directo en el test de Cinebench. La gran clave, lo más interesante de lo que ha conseguido AMD, es que ha reducido el precio de la propuesta de Intel a la mitad. De más de 1100 euros a 499 dólares.
Son resultados anunciados por AMD, y más allá del precio, sorprende que la potencia de consumo máximo que AMD especifica es de 95 vatios, mientras que el de Intel se va hasta los 140 vatios. Realmente impresionante que un procesador de mitad de precio que su competidor sea algo más potente y con un consumo máximo muy inferior. El ahorro en la factura de la luz unido al del momento de la compra es algo a tener en cuenta a largo plazo.
El último miembro de la familia, el Ryzen 7 1700, también es especialmente prometedor, pues es el procesador con 8 nucleos con menor consumo del mercado, con tan sólo 65 vatios como máximo. En rendimiento tampoco decepciona: según AMD es un 46% más potente que el Core i7 7700K de Intel, a un precio 20 dólares inferior.
Al final, lo más relevante de este lanzamiento es el favorable panorama que dibuja para el usuario final. Intel está obligada a reducir dramáticamente los precios si quiere que uno de sus grandes mercados a día de hoy más allá de servidores, el del gaming, no le de la espalda y se pase a AMD. Eso, o que vuelvan a los ritmos de crecimiento de hace unos años, para hacer tu tanto los ordenadores profesionales como los de usuarios corrientes salgan del estancamiento en velocidad en que se encuentra.
Y sí, esto son soluciones de gama alta, pero AMD ha anunciado que pronto habrá chips de 4 y 6 núcleos más económicos, con lo que las ventajas llegarán a todo el mercado. Para que lleguen a portátiles, eso sí, habrá que esperar más.