Los servicios de la e-Health están llamados a cambiar por completo el cuidado de nuestra salud. Expertos proponen nuevas recomendaciones para mejorar la seguridad de estas aplicaciones.
En los últimos años, la tecnología se ha centrado en mejorar el cuidado de nuestra salud. Con este objetivo han nacido múltiples aplicaciones relacionadas con la e-Health y dispositivos para monitorizar nuestra actividad física. La finalidad es ofrecer servicios individualizados, participativos y preventivos para incrementar nuestro bienestar y facilitar la llegada de la medicina personalizada.
Múltiples programas se han puesto en marcha recientemente para asegurar el cuidado de los pacientes, ofreciendo servicios de telemedicina. Un ejemplo es el implementado por ValCrònic, que ha conseguido reducir en un 52% las visitas a urgencias de personas afectadas por una enfermedad crónica.
Aplicaciones móviles para cuidar nuestra salud
Con el auge de la tecnología digital y de los dispositivos móviles, la telemedicina se traslada a lo pequeño y cotidiano. No resulta difícil acceder y descargar aplicaciones con las que estar en contacto directo con profesionales sanitarios, controlar problemas médicos (como el insomnio o la diabetes) y como resultado, mantener una vida saludable.
El desarrollo de las apps de salud, como explican desde la Agencia SINC, está en pleno auge. Hoy en día podemos encontrar más de 100.000 en el mercado, que completan una potente oferta que genera un negocio de 3.300 millones de euros al años.
Pero tal y como sucedió en la presentación de la plataforma Research Kit de Apple, la seguridad nos importa. Y mucho. Ceder a terceros información tan íntima y privada como nuestros datos personales y clínicos genera desconfianza. Especialmente si, como explica Borja Martínez de la Universidad de Valladolid, «estas aplicaciones no tienen un tratamiento seguro de la información».
Mejorar la seguridad de la e-Health
En este escenario, las dudas generadas en torno a los programas y aplicaciones de la e-Health son lógicas. Por este motivo, científicos del Grupo de Telemedicina y eSalud de la Universidad de Valladolid han realizado un estudio para revisar los problemas de seguridad y proponer recomendaciones a los desarrolladores de este tipo de aplicaciones.
Actualmente, muchas aplicaciones son difundidas sin asegurar un control estricto de los datos personales. Éste debe ser el primer paso que deben realizar los desarrolladores: asegurar que el acceso sólo pueda realizarse por parte del paciente, y no por posibles intrusos. Para ello, los científicos piden unos pasos mínimos en la autenticación (que pueda ligarse, por ejemplo, a la infraestructura pública RSA). Además, la seguridad, confidencialidad e integridad deben ser máximas (en ese sentido, proponen el uso del estándar de AES) .
Por otro lado, los investigadores han propuesto del Transport Layer Security con métodos de encriptación de 128 bits o redes privadas virtuales para controlar la transferencia de datos, ofreciendo también a los pacientes políticas de privacidad claras sobre el uso de estas aplicaciones.
La comunicación con sensores corporales, la retención de datos (que ha de ser mínima guardando información sólo el tiempo necesario) y las alertas en los fallos de seguridad son otros temas abordados por estos científicos que pueden mejorar la seguridad de estas aplicaciones. La eHealth tiene ante sí un enorme potencial. Pero su futuro dependerá del control de la seguridad de estos servicios.
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