Vuelve la semana en un minuto, el informativo donde repasamos las noticias más relevantes en Blogthinkbig.com. Estos son los titulares más destacados.
Los drones tendrán su código de circulación
Primero se produce la aparición e incorporación de nuevas tecnologías o sistemas de comunicación y, a continuación, se aprueba una regulación legal para intentar poner orden en el nuevo panorama. Esta dinámica tiene ahora su foco en la proliferación de drones dentro del espacio aéreo, y muy especialmente en el cielo de las grandes urbes.
Al igual que ocurre con la navegación aérea tripulada, los drones exigen ya una serie de controles, que garanticen su seguridad y la de otros vehículos – tripulados o no tripulados – con los que tienen que compartir el espacio aéreo. De hecho, en la Universidad Tecnológica de Nanyang proponen ya la entrada en vigor de un código de circulación que regule el tráfico de estos aparatos.
Llega Tuents de Tuenti, la nueva moneda para pagar en festivales de música
Tuenti quiere añadir un toque de innovación a los festivales que patrocina. Los tokens, antigua moneda para pagar en festivales, pasarán a llamarse ahora Tuents (dos euros de equivalencia). La gran novedad es que, en caso de que los asistentes a los eventos musicales no hayan consumido todos sus tokens, Tuenti ofrece a sus clientes la posibilidad de canjearlos por gigas de datos.
La iniciativa que está llevando a cabo la teleoperadora pretende con esta acción que se redescubra la marca Tuenti y fomentar su acercamiento al público relacionado con el ocio y la diversión, entrando de lleno en el panorama festivalero español.
¿Se puede aprender historia jugando a videojuegos?
Motivar a los alumnos y hacerles disfrutar mientras aprenden se ha convertido en el mayor reto educativo al que se enfrentan los responsables de la educación: “España, por ejemplo, sigue siendo uno de los países europeos con mayor tasa de abandono escolar y solamente motivando a los alumnos conseguiremos reducir estas cifras -nos explicaba Manuel González Riojo, representante del grupo ganador del reto “Hack for Good: I-LINC Innovación en Educación”-, gracias a las tecnologías cambiaremos el sistema educativo haciéndolo más interactivo y personalizado”.
Esto es lo que pensaron los integrantes de SirdonkeyGame, Manuel González, César Díaz-Faes, Patricia Ginés, Escarlata Fernández, Alejandro Romero y Mingo Delgado; cuando decidieron presentarse al hackaton “Hack for Good”. Su solución para cambiar la pesada tarea de estudiar tomos interminables de historia parece ahora sencilla: crear un videojuego en el que tú mismo puedes aparecer en un periodo histórico e interactuar con los personajes más importantes de ese momento, y lo han llamado StoryGame.
Este diseño de batería de coche eléctrico promete durar 1.000 km
La batería de coche eléctrico que dure lo suficiente como para un viaje largo interurbano aún está por inventar. Por ahora, estos vehículos tienen autonomías que se mueven en los cientos de kilómetros. Hasta los Model S de Tesla, cuya batería permite recorrer en torno a 450 kilómetros. Pero cuando las distancias pasan de medio millar es difícil hacer viajes sin tener que recargar. De ahí que los fabricantes sigan investigando para mejorar la tecnología que permita a sus vehículos recorrer más kilómetros.
El proyecto se denomina EMBATT y trata de simplificar las baterías. Normalmente consisten en paquetes de celdas que se unen por cables y conectores. Esta unión resulta ineficiente, pero cumple el papel fundamental de mantener el conjunto funcionando.
La batería de coche eléctrico EMBATT sustituye estos conectores por una placa bipolar, que hace de ánodo y cátodo. Así, en lugar de colocar las celdas unas junto a otras, se distribuirían unas encima de otras. La corriente tendría menos escollos para circular, haría un recorrido más sencillo y la electricidad se generaría más rápido.
Osteophoenix, salud a medida en 3D
Cuando el odontólogo colombiano Mauricio Lizarazo estudiaba hace unos años en la Universidad del País Vasco un doctorado sobre biología molecular, se dio cuenta de la importancia que en el futuro tendría la impresión 3D y de cómo esta nueva tecnología podría ayudar a dar soluciones personalizadas a traumatólogos y odontólogos. Y así fue como hace cinco años decidió crear Osteophoenix, un centro de investigación cuyo nombre proviene del prefijo griego osteo (hueso) y de Phoenix, por el ave fénix que renace de sus cenizas.
Osteophoenix utiliza el diseño asistido por ordenador (CAD) y la impresión 3D para producir piezas en un material biocompatible, el titanio, que sirven como reemplazos óseos maxilofaciales y craneales y se utilizan en el ámbito de la odontología, la ortopedia e incluso en veterinaria.
