Smart mobility
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Smart mobility: el papel de los coches autónomos en las ciudades inteligentes

La movilidad es un aspecto clave del que se ocupan las ciudades inteligentes para mejorar la calidad de vida de sus residentes. Entérate de cómo la smart mobility trata las problemáticas de transporte urbano y el rol que cumplen los coches inteligentes en ella.

Hablemos sobre esta nueva propuesta en las ciudades

Según Navigant Research, el 20% de los 440 proyectos de ciudades inteligentes que se registraron en 2019 se enfocaron en el transporte. Esta tendencia tiene sentido, teniendo en cuenta el ritmo de urbanización actual. La Organización de Naciones Unidas reporta que 2.500 millones de personas se sumarán a la población urbana del mundo para 2050. Así, el 68% de las personas del planeta habitarán en ciudades.

Añadido a esto, cifras del Banco Mundial señalan que para 2030 circularán más de 1.200 millones de automóviles a nivel global. Este es un desafío directo para las comunidades y, en especial, para las ciudades. Aquí entra en juego lo que se conoce como smart mobility, o movilidad inteligente.

Smart mobility
Movilidad Inteligente, Foto: Matheus Bertelli

Los componentes de la smart mobility

En esencia, smart mobility es el uso de medios de transporte diversos para disminuir el de autos privados. Busca un cambio de paradigma que conduzca a sistemas de transporte multimodal, altamente flexibles y convenientes.

La movilidad inteligente apunta a ser integrada, segura, costo-efectiva y bajo demanda. Sus principales propósitos son:

  • Disminuir la congestión vial y de transporte.
  • Aportar a la reducción de la polución.
  • Desarrollar flujos de tráfico inteligentes que respondan a la urbanización.
  • Apalancar economías de escala que promuevan la movilidad costo-efectiva e inclusiva.

Así mismo, sus principios incluyen:

  • Flexibilidad para elegir el modo de transporte que mejor funcione en una situación determinada.
  • Eficiencia para llevar a los pasajeros a sus destinos en el menor tiempo posible y con interrupciones mínimas.
  • Integración para lograr que cada ruta se acerque lo más posible a ser puerta a puerta.
  • Seguridad para reducir la accidentalidad.
  • Tecnologías limpias para disminuir la contaminación.

De esta manera, la smart mobility se trata de pensar en el transporte como un servicio para el bienestar de los habitantes de las ciudades inteligentes. Helsinki, en Finlandia, es pionera en implementar este modelo. Sus residentes acceden a distintos paquetes de movilidad con una sola aplicación móvil. Allí disponen de autos, bicicletas, trenes y taxis para atender a sus necesidades. El sistema unifica aspectos clave como horarios y pago, entre otros.

Los coches inteligentes y la smart mobility

Hoy en día, múltiples modelos de automóviles cuentan con funciones automatizadas. Algunos ejemplos de ellas son el cambio de carril asistido y el control de velocidad. Incluso, las versiones más avanzadas del piloto automático.

Sin embargo, esperamos más de los vehículos autónomos que la automatización parcial. De acuerdo con la Society of Automotive Engineers, las últimas fases de la autonomía suponen niveles mínimos o inexistentes de intervención humana en la operación de coches.

Este grado de independencia depende, en gran parte, de la conectividad de los vehículos. Las telecomunicaciones ya están permitiendo que los pasajeros conecten sus dispositivos móviles al WiFi en el coche, por ejemplo con Movistar Car. Pero los vehículos autónomos auténticos necesitan conectarse con su entorno.

Smart mobility: My car Telefónica IoT

Los coches inteligentes emplean sensores, cámaras y radares para comunicarse con otros vehículos, peatones e infraestructura. La información que obtienen les permite navegar mejor el tráfico. También operar con mayor seguridad y eficiencia.

Este tipo de intercambio requiere velocidad superior de conexión, una gran capacidad para vincular múltiples dispositivos simultáneamente y latencia mínima. Por ello, los coches sin conductor necesitan del 5G para desempeñarse.

Cómo los vehículos autónomos se insertan en la movilidad inteligente

Los coches sin conductor obedecen a varios propósitos de la smart mobility. Por un lado, buscan la máxima eficiencia posible en sus desplazamientos. Para ello, toman datos del entorno referentes al tráfico, el clima y los estados de las vías para su navegación en las ciudades.

De igual manera, disminuyen su polución. Los vehículos autónomos pueden ahorrar entre un 15 y un 20% de combustible (McKinsey). Esto se debe a que disminuyen acciones que queman combustible como acelerar y frenar inesperadamente. Además, pueden ser eléctricos.

Añadido a esto, los autos inteligentes ayudan a tratar el problema de la accidentalidad vial. En particular, la comunicación vehículo a vehículo (V2V) contribuye a evitar choques y acercamientos peligrosos en las vías. Finalmente, los vehículos sin conductor pueden ir más allá del uso personal e incursionar en otros actores de la movilidad urbana. Actualmente, ya existen proyectos de autobuses, taxis, trenes y camiones de carga autónomos. La smart mobility es una realidad y una alternativa para que los ciudadanos se transporten en sus ciudades de manera eficiente.

 Imagen de cabecera: Telefónica

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