Las Sneakerbot II son unas zapatillas impresas por completo en 3D, pero gracias al uso de FilaFlex son flexibles y se adaptan al pie como un calzado normal.
Tal vez no tengan ‘robocordones’ como las zapatillas ante las que se admiraba Michael J. Fox en ‘Regreso al futuro’, pero las Sneakerbot II decididamente cuentan con un toque futurista. Su diseño guarda reminiscencias con el que Nike creó para la segunda parte de esta saga cinematográfica, aunque lo asombroso está en su fabricación.
La compañía que las hace, Recreus, las imprime en 3D y el resultado es una pieza flexible, que se adapta a la pisada y más que eso, pues se arruga a placer con las manos y a continuación vuelve a su estructura. El material que hace esto posible se llama Filaflex y le espera un gran futuro en relación con el sector textil.
Viendo trabajar a la impresora 3D que produce las Sneakerbot II se puede apreciar el minucioso trabajo que supone producir estas zapatillas. La realidad es que una vez hecho y probado el diseño es tan sencillo como configurar la máquina y dar la orden para que empiece. Pero la delicadeza de los movimientos, la precisión que requiere la boquilla –de una gran estrechez, 0,3 mm– y la disposición del filamento están totalmente calculadas.
La impresora 3D usa el filamento primero para crear la estructura base, sobre la que se asentará el resto de la zapatilla. El fondo se crea a base de un trenzado que recuerda a un tejido cualquiera o al trabajo que se haría en un telar.
Sneakerbot II: una zapatilla flexible
Las Sneakerbot II son la segunda versión de unas zapatillas que Recreus dio a conocer en septiembre del pasado año. La nueva generación está mejorada, tanto en su diseño –se parecen más a las de ‘Regreso al futuro’– como en su fabricación, un aspecto que a la postre pasa por ser el factor más importante del producto.
Existe un producto sin el que no sería posible crear estas zapatillas. Se trata del material Filaflex. Configurado en forma de filamento, constituye la materia prima que la boquilla de la impresora 3D escupe. Así, recién salida de la máquina, el producto no sólo se muestra consistente sino que también es increíblemente flexible. Tanto es así que en el vídeo de demostración se ve cómo la zapatilla se encoge y se arruga sin que su estructura original se vea afectada.
Más allá de las Sneakerbot II, la impresión en 3D de zapatillas y el uso del Filaflex abre las puertas a la creación de calzado a medida. Con este método sería posible diseñar y producir zapatillas personalizadas, sobre todo con aplicaciones médicas.