Spaceborne Computer

Una supercomputadora en la Estación Espacial Internacional

La supercomputadora Spaceborne Computer lleva tiempo en la Estación Espacial Internacional, desde donde empezará ahora a procesar información.

Hasta el momento los experimentos que los astronautas realizan en el espacio tienen que enviarse en bruto a la Tierra. El proceso habitual suele implicar la recogida de información por parte de los astronautas y los robots. A continuación, estos datos se envían a una estación terrestre donde existen ordenadores que pueden ayudar a analizarlos adecuadamente. Así es posible utilizar toda la potencia de computación que las máquinas ya han alcanzado.

La han alcanzado en la Tierra, eso sí. Porque en el espacio las leyes físicas que rigen en la Tierra se deforman, empezando por la ausencia de gravedad. Por eso, no es sencillo llevar ordenadores potentes a la Estación Espacial Internacional o a cualquier misión de exploración. Así, se emplean una gran cantidad de tiempo y de recursos en envíos de información. Al menos hasta ahora.

La Estación Espacial Internacional tiene desde 2071 una supercomputadora a bordo. Se trata de la Spaceborne Computer, un proyecto conjunto entre la NASA y HPE (Hewlett Packard Enterprise). Sin embargo, hasta el momento se ha destinado a ejecutar test diagnósticos. El objetivo es comprobar cómo funciona el sistema en el espacio.

No es una cuestión baladí. A diferencia del hardware diseñado para su funcionamiento en el espacio, la Spaceborne Computer es como cualquier servidor plantado en un centro de datos. Aunque en la Estación Espacial Internacional es tan ligero que sus 56 kilos se sujetan al techo con solo unos tornillos.

Spaceborne Computer

El software sí ha tenido que ser adaptado. La nave orbita a una velocidad media de más de 27.000 km/h, algo que puede provocar muchos problemas. Así que el sistema busca constantemente complicaciones potenciales, como caídas de información, fluctuaciones en la potencia eléctrica o cualquier otra señal de que algo se sale de la normalidad.

En todo caso, ahora la Spaceborne Computer servirá para contribuir a dar forma a los experimentos que se hagan en la estación. En lugar de enviar los datos en bruto mandará los resultados.

La EEI, un centro early adopter

No cabe duda de que cualquier tecnología novedosa que aparezca en la Tierra se estudiará con ojos agudos para trasladar su valor al espacio, si es posible. Hace ya años, cuando las primeras cámaras 4K empezaban a retransmitir para televisión, la NASA instaló un sensor con esta tecnología en la EEI.

El uso de una supercomputadora en la EEI permitirá explorar cómo funcionan estos sistemas en el espacio. Y, si todo va bien, se podrá ahorrar una gran cantidad de tiempo a la hora de resolver los experimentos. Especialmente si tenemos a Marte en el horizonte. Al llegar al planeta rojo, al que por cierto se quiere asaltar desde la Luna, para enviar un pequeño paquete de información se tardará 24 minutos. Mientras que con un ordenador como Spaceborne Computer se ahorraría una buena cantidad de tiempo.

Imágenes: NASA

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