Switch, la apuesta más arriesgada e innovadora de Nintendo

La nueva Nintendo Switch es la consola más ambiciosa de la compañía nipona hasta la fecha. Cargada de innovación, destaca por ser híbrida, portátil y de sobremesa en un mismo producto.

Nintendo ha presentado su nueva consola rodeada de gran expectación, tras un vídeo mostrado hace meses con el que ya enseñaron sus líneas maestras y alimentaron el hype de periodistas y jugadores, ambos grupos deseosos de novedades y cambios tras el fracaso comercial y poca dedicación que la compañía ha puso en la Wii U, sucesora de una de sus consolas más exitosa, la Wii. Con Nintendo Switch, el objetivo y las prioridades vuelven a estar puesto en innovar en la forma de jugar, y la compañía aúna en una consola los dos mundos que tanto éxito le han dado, sobremesa y portátiles.

Si algo queda claro tras ver la presentación es eso. Nintendo Switch es una consola de sobremesa, pero también portátil debido a la posibilidad de ser extraída de su dock conectado al televisor. En ese momento, gracias a su batería integrada, que la compañía anuncia que dará entre dos y las seis horas de autonomía, pasa a competir con la Nintendo 3DS, su actual consola portátil, a la que supera en mucho por potencia. En este sentido, tampoco es una portátil al uso, ya que incluye una pata extraíble para ponerla de pie en posición horizontal, al estilo de los ya clásicos marcos digitales.

Y es ahí donde entra en juego otra de las grandes claves de Nintendo Switch. A diferencia de sus antecesoras, que seguían el modelo clásico con mandos independientes, los de la Switch. llamados Joycon van unidos a la consola, pero son desplegables. Así, por ejemplo, apoyada sobre la pata, es posible jugar a distancia de la pantalla con un Joycon en cada mano. Pero no es lo mejor que ofrecen, ya que gracias a su disposición de botones y adaptación de los juegos, es posible el juego multijugador con un Joycon para cada jugador, aunque aparentemente falte la otra parte. Es una manera de, mediante la innovación, ofrecer la posibilidad de que varias personas jueguen a la vez en cualquier situación, sin tener que hacer un desembolso adicional ni cargar con incómodos mandos.

De la misma manera se juega lejos del televisor. Se separan los Joycon de los laterales y, o bien se mantienen en cada mano, o bien se añaden a un soporte que les aporta la ergonomía de un mando clásico, que Nintendo también ofrecerá como guiño a los seguidores de toda la vida. Tampoco ahí acaba la innovación, y es que el modo multijugador permite interconectar varias consolas de manera inalámbrica para permitir jugar hasta a ocho jugadores de manera simultánea. Todas ellas, funciones con las que Nintendo no sólo quiere, desde su visión, reconquistar el mercado de los videojuegos, sino también su carácter familiar y social en el salón, algo que no consigue desde la Wii, que en esto marcó un antes y un después.

Por lo demás, aunque lo hasta ahora mencionado no es poco, hay críticas muy fundamentadas a varios aspectos de la Nintendo Switch. Por ejemplo, a su catálogo de lanzamiento. Todo el tiempo de espera no ha servido para que junto a The Legend of Zelda: Breath of The Wildque apunta a ser uno de los mejores juegos de la generación, lleguen títulos a la altura de third parties. Aunque se puede perdonar al tratarse del lanzamiento, el problema es que la falta de catálogo ha sido uno de los problemas de las consolas de Nintendo desde GameCube, por lo que esta vez se esperaba algo más. Al menos la compañía ya ha anunciado que en verano llegará Splatoon, uno de los pocos éxitos de Wii U, y a final de año un nuevo Super Mario en escenarios realistas como Nueva York. Fuera de Nintendo, Electronic Sports ha anunciado que llegará FIFA, y Bethesda ha hecho lo propio con Skyrim.

El precio para España será de 329,95 euros, otro aspecto que ha dejado un poco helado al público, que esperaba algo más cercano a 250 euros tras algunos rumores. No es que sea algo descabellado, pero es más alto que el de sus competidoras, más potentes y con catálogos maduros, por lo que a Nintendo le va a costar penetrar en esos salones que tanto ambiciona. En consolas, la innovación no lo es todo.

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