La imagen reciente de viticultores de La Borgoña francesa encendiendo braseros - partículas de yoduro de plata en una cámara de combustión - para combatir los efectos devastadores de las últimas heladas en sus viñedos pronto será historia. Las nuevas tecnologías comienzan a ofrecer soluciones mucho más eficaces para tranquilidad de los agricultores en su lucha contra las inclemencias meteorológicas.
Coincidiendo con la presentación en Cambados (Pontevedra) de la Agenda Estratégica de la Innovación, la Plataforma Tecnológica del Vino (PTV) puso encima de la mesa nuevos avances tecnológicos que ayudan a combatir las heladas en los viñedos. En un año en el que las heladas han ocasionado daños irreparables en la cosecha de los viñedos de la Ribeira Sacra, estas novedades se recibieron como agua de mayo.
En la transformación del sector agroalimentario cada día juegan un papel más importante los drones y los sensores que ofrecen información valiosa para los productores. Sin embargo, sólo en determinadas circunstancias se aprovechan nuevas tecnologías para calentar el aire y la tierra donde se instalan las plantaciones.
Tras señalar que los efectos perniciosos para la cuenta de resultados de las últimas heladas en Galicia podrían haberse evitado en buena medida, los expertos reunidos en Cambados hicieron hincapié en la eficacia de algunas de estas tecnologías. En concreto, se apuntó un sistema de molinos de aire y el uso de difusores de minúsculas gotas de agua, dotados con sensores, que actúan como escudos contra la congelación. Son métodos, todos ellos, que ya se han comenzado a utilizar en grandes explotaciones, con unos costes cada vez más asumibles por los medianos y pequeños empresarios del sector.
A los viticultores de Valdeorras, O Ribeiro y Monterrei también se les planteó durante ese encuentro otras alternativas que impedirían grandes pérdidas en sus cosechas por culpa de las heladas. Una de ellas es la selección clonal de viñedos de brote más tardío y otra, también interesante, la recuperación de variedades ancestrales, mucho más resistentes a las bajas temperaturas. “Es necesario un cambio de mentalidad”, declaró el director general de las bodegas Martín Códax, Juan Vázquez, según recoge el periódico “La Voz de Galicia”.
El desarrollo de nuevas tecnologías puede ayudar a mejorar la producción agroalimentaria, al mismo tiempo que abre perspectivas mucho más optimistas en la lucha contra el hambre. La Plataforma Tecnológica del Vino adquiere también el compromiso de llevar a buen puerto en los próximos cuatro años, la mejora de la calidad de los vinos y la elaboración de nuevas áreas de negocio, que pasan por la elaboración de subproductos generados en torno a los viñedos, como pueden ser los tintes, los abonos o productos de cosmética.
Además de evitar pérdidas millonarias por heladas imprevistas y fuera de tiempo, los agricultores podrán incrementar de forma considerable sus producciones apostando por las nuevas tecnologías. Basta con aparcar los viejos sistemas de trabajo y dejar paso a los avances que llegan avalados por las nuevas tecnologías.