Con este programa los alumnos de la Escuela Reina Sofía podrán adiestrarse en las disciplinas del emprendimiento y la innovación. A su vez, los jóvenes músicos aprenderán a aprovechar las nuevas tecnologías al máximo para aplicarlas a su carrera y acercar este género a la sociedad.
Decía el filósofo alemán Friedrich Nietzsche que la vida sin música sería un error. Seguramente no haga falta ser un gran pensador ni comprender la doctrina de este último para estar de acuerdo con su afirmación. Para muchos, la música es la herramienta más útil a la hora de sentirse mejor o expresar sus sentimientos. Numerosos estudios han demostrado que, dependiendo de lo que escuchemos, nuestro cerebro actúa de una forma u otra, permitiéndonos sentir todo tipo de emociones según el tipo de música del que se trate. Sin embargo, entre todos estos géneros existe uno que en el último siglo ha experimentado dificultades en su adaptación a los nuevos tiempos frente al crecimiento y progreso del resto. Se trata de la música clásica, que hasta hace cien años se encontraba sola en el panorama.
Hoy en día sería llamativo ver a un grupo de jóvenes asistir a un recital de música clásica en vez de a un concierto de rock, pop o música electrónica. Esta especie de marginalidad que sufre el género clásico ha afectado directamente al desarrollo de las habilidades y carreras de sus estudiantes, que avistan un horizonte complicado en el competitivo y cambiante mundo de la música. Del mismo modo, la irrupción de las nuevas tecnologías ha establecido una nueva realidad a la que el sector todavía no ha logrado adecuarse y que por naturaleza está condenado a entender. Al igual que el mundo digital se articula en el sistema binario de ceros y unos, la música gira en torno a sonidos y silencios, lo que evidencia el símil entre estos dos lenguajes matemáticos y universales. Por todas estas razones, y con el objetivo de ayudar a esta comunidad en su adaptación a la actual situación tecnológica, la Escuela de Música Reina Sofía, la Fundación Banco Sabadell y Telefónica Open Future_ han presentado el primer programa de innovación y emprendimiento en la música clásica.
“Innovación Musical y Emprendimiento”
“Innovación Musical y Emprendimiento”, que es como se llama el proyecto, nace para responder a la necesidad de proporcionar a los estudiantes de música clásica las herramientas y habilidades de emprendimiento necesarias para desarrollar una carrera, así como para acercar esta al público y a la sociedad, promoviendo la convivencia y el entendimiento de las personas. El programa empezó el pasado viernes 28 de octubre con un acto de presentación que tuvo lugar en el edificio de Telefónica en Gran Vía, donde se reunieron emprendedores de los sectores digital, musical y social, y se produjeron “happenings musicales” y actuaciones en público, las cuales se compartieron en redes sociales por medio del hashtag #YoRethinkLaClásica.
Mediante estas actividades de sensibilización e inspiración, la jornada sirvió a modo de “kick off” para preparar a 40 alumnos de la Escuela Reina Sofía que tendrán la posibilidad de cursar un máster en emprendimiento de un año de duración durante el periodo académico 2016-2017.
Objetivos del programa
El programa se marca dos objetivos. Por un lado, preparar a los alumnos a este desafío, iniciándoles en habilidades digitales, de comunicación, liderazgo y sobre todo metiéndoles en su experiencia de aprendizaje una semilla emprendedora que les permita tener una actitud proactiva. No solamente que sean excelentes intérpretes, sino también embajadores de la música. El segundo objetivo es que formen parte activa de la transformación que sufre la música, acercándose a los públicos y siendo innovadores.
En este sentido Telefónica Open Future_, además de colaborar en actividades como la de la presentación, proporciona la posibilidad de lanzar desafíos de carácter digital vinculados a la música y a las distintas formas de consumo en el entorno digital a través de su plataforma online. A su vez se les proporciona la metodología y las herramientas que la plataforma brinda a cualquier emprendedor del mundo, de modo que los alumnos tengan la opción de conseguir un medio de vida en esta disciplina.
Estudios del pasado han demostrado la necesidad que existe por llenar este vacío profesional. El Instituto Europeo de Investigación para una Política Cultural Comparativa puso de manifiesto en su informe “The status of artists in Europe”, que los artistas en Europa afrontan desafíos laborales como la temporalidad (el 20% tiene contratos temporales), el hecho de funcionar principalmente por proyectos, el pluriempleo, el carácter irregular e impredecible de los ingresos, la existencia de fases no remuneradas de estudio e investigación previas, el fuerte desgaste físico y los altos niveles de movilidad. Por otro lado, también hay un problema en el contexto del público por la disminución de los espectadores y la recaudación. La crisis económica ha revelado el carácter elástico que tiene la música clásica. Por ejemplo, según la SGAE, en España se ha dado una disminución de los espectadores de un 20% (de 5,6 millones de espectadores en 1999 a 4,3 millones en 2014) y a su vez la recaudación ha pasado de 55 millones de euros en 2005 a 34 millones en 2014, según informa el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Julia Sánchez, CEO de la Escuela Reina Sofía, ha querido expresar su punto de vista, insistiendo en la problemática que rodea a la música clásica en la sociedad actual. Según explica, se debe hacer un esfuerzo en el colectivo por acercarse a la gente en vez de esperar a que el público venga a las salas de conciertos. Afirma que este género tenía mucha importancia en la ciudadanía del siglo XIX y que ahora se encuentra confinado. “Nosotros pensamos que la música clásica es dentro de la música una de las disciplinas más elevadas, está interpretada por gente joven y es una pena que no esté presente en toda la sociedad”, añade la directora general.
En lo relativo a Telefónica Open Future_ y a su participación en el proyecto, Julia Sánchez declara la importancia que la compañía puede tener para sus músicos: “Son referentes en el mundo del emprendimiento. Pensamos que con todo su bagaje en la parte digital y en la parte de emprendimiento, Telefónica tiene muchísimo que aportarnos a nosotros que estamos dando nuestros primero pasos y que queremos aprovechar toda su experiencia.”
Es evidente que el que fuera el único género musical en el pasado no ha logrado encontrar todavía su espacio en los nuevos tiempos que ocupan el presente, y probablemente vayan a continuar en el futuro. Por ello, Telefónica se sumerge en un mundo requerido de innovación y que hasta ahora carecía de apoyos suficientes en su necesidad por formar emprendedores y llevar su arte a todos los rincones y gentes del mundo, que como Nietzsche, piensan que la vida sin música sería un error.