Permite descongestionar las largas listas de espera de los centros de salud y hospitales. Además, el paciente no tiene que desplazarse y puede hacerlo desde su mismo dormitorio. Conoce en qué consiste la telemedicina y las ventajas e inconvenientes que supone.
En pleno invierno, los resfriados están a la orden del día. Es habitual que todos pasemos en algún momento cada año por estos virus, que no suelen ir a más. Sin embargo, si se complican con fiebre, la situación es diferente.
En estos casos, acudir al colegio, a la universidad o al trabajo puede resultar pesado, incluso poco recomendable para curarse pronto y bien. Para hacerlo tienes que justificar tu ausencia y acudir al centro de salud más próximo, en donde tu médico de cabecera te indica qué puedes hacer para mejorar. A continuación, te entrega el justificante.
Esta realidad es uno de los diversos supuestos para los que sirve y es muy útil la telemedicina.
Acudir al doctor de manera virtual es posible desde hace tiempo en diversos países, aunque la mayor parte de los centros sanitarios aún no la han integrado completamente en su día a día. Eso sí, desde el sector sanitario consideran que no tardará y que su uso se va a extender bastante en los próximos años.
¿En qué consiste y dónde se aplica?
Como su nombre indica, la telemedicina es ir al médico pero sin necesidad de pisar la consulta física. Esto es posible gracias al contacto a través de Internet de los médicos y los pacientes.
Su principal área de aplicación es la medicina de familia, que representa la mayor parte de las consultas en los centros de atención primaria. Se estima que cerca de un 70% de estas visitas se puede hacer por videollamada.
Aunque también hay otros campos dentro de la medicina donde se está utilizando. Los más frecuentes son la Dermatología, el Radiodiagnóstico o la Hepatología, que funcionan revisando información -como fotos- o a través de una videoconferencia con los pacientes. Pero las materias donde se emplea varía según el hospital, igual que su manera de responder.
A gran velocidad
En lo referente a los seguros privados, el procedimiento es muy sencillo. Dentro de la app de la compañía tienes que introducir una serie de datos explicando brevemente qué ocurre. En un tiempo de entre 10 y 15 minutos, un profesional te contacta a través de una videollamada. Después de comprobar y considerar el caso, el profesional te envía la receta y el justificante a través de correo electrónico. En menos de media hora todo.
Las aseguradoras ya incluyen un servicio de teleasistencia en sus pólizas. Son conscientes que la fórmula beneficia al paciente, pero también a los profesionales sanitarios.
Comodidad, y ahorro de tiempo y de recursos
Entre las muchas ventajas que tiene la telemedicina, éstas son algunas de las principales. La comodidad de ver y escuchar al médico desde tu cuarto o desde donde quieras, a través del ordenador o del móvil, con el consiguiente ahorro de tiempo de desplazamiento y de espera.
Si tenemos en cuenta que en determinadas regiones los centros de salud o los hospitales están lejos y que la población en España es cada vez más mayor, podemos entender bien por qué esta tecnología puede resultar tan beneficiosa.
De continuar las previsiones y desarrollarse más, la telemedicina -ir al médico sin pisar la consulta- puede ser el futuro de la atención sanitaria. Y también, desde luego, una alegría para muchos.
