Pese a que se pensaba que todo era una herramienta de marketing, Tesla ha demostrado que sus coches pueden salvarte del efecto de armas biológicas, gracias al Bioweapon Defense Mode que integran el Model X y el nuevo Model S.
Dentro del panorama de los coches eléctricos, Tesla es la compañía que actualmente domina mediáticamente. No sólo lo hace con las cifras récord de prerreservas en lanzamientos de nuevos coches como el Tesla Model 3, sino que es capaz de generar noticias con actualizaciones de software con las que incorporar nuevas funciones como el AutoPilot, su sistema de conducción autónoma. Por todos es sabido que uno de los objetivos de Tesla es luchar contra la contaminación reduciendo emisiones, pero no pensábamos que este principio tendría tanta relevancia en el interior de los coches.
En un comunicado oficial, la compañía de Elon Mask ha explicado a fondo como funciona su filtro HEPA, integrado en el climatizador del coches y destinado a limpiar el aire de partículas contaminantes. Hasta ahora la compañía anunciaba que el Tesla Model X contenía el Bioweapon Defense Mode o modo de defensa contra armas biológicas, y a la prensa le pareció un alarde innecesario del equipo de marketing. Pero han demostrado que van en serio con pruebas de verdad.
El filtro HEPA elimina un 99,97% de las partículas nocivas del aire, pero creando ambientes controlados en una burbuja de plástico, similares a los que se darían en una guerra biológica, Tesla ha demostrado que sus coches (el nuevo Model S también incluye esta opción) están preparados para superarlos. Partiendo de una situación con unos niveles de polución de 1,000 µg/m3, lograron reducir la cantidad detectada como nociva en tan solo dos minutos, hasta que el sensor ya no fue capaz de limpiar más el ambiente.
Según Tesla, el sistema es capaz incluso de reducir las partículas de suspensión de menos de 2.5 micras (PM2,5) hasta un 40% también alrededor del coche, por lo que realmente hace una limpieza activa del aire de la ciudad. Es decir, aunque resulte gracioso, en una ciudad repleta de Teslas, el aire estaría más limpio gracias a este factor.
Aunque el escenario puede parecer exagerado, porque una guerra biológica no se da todos los días, el primer objetivo es que el aire que respiremos sea limpio. Y en ciudades de China, por ejemplo, un sistema así puede suponer que, a la larga, muchos conductores se salven de una muerte que puede llegar de muchas maneras.
Imágenes: Tesla Motors.