Policial de drones

Tokio inaugurará un escuadrón policial de drones

Las autoridades japonesas han diseñado un programa para que un escuadrón policial de drones vigile edificios públicos importantes.

Los drones son una de las tecnologías cuya adopción ha crecido más en los últimos meses y años. Cada vez hay más empresas comerciales que venden estos dispositivos al público y cada vez es más sencillo su manejo. La regulación ha progresado igualmente y 2015 ha sido el año en que varios países han establecido un marco legal para el vuelo de los drones. Con la expansión de la tecnología también llegan algunos recelos, uno de ellos se puede observar en las medidas que ha tomado Japón.

Ante la amenaza de un posible atentado terrorista o cualquier tipo de intentona gamberra, las autoridades en Tokio han decidido crear un escuadrón policial de drones para vigilar ciertos edificios públicos de gran importancia para el país, como el lugar donde trabaja el primer ministro nipón.

Este escuadrón policial de drones tendrá como misión detectar cualquier otro dron que se acerque a los límites del edificio vigilado. Cuando esto ocurra se lanzará un mensaje de alerta por medio de altavoces, para avisar a quien quiera que esté manejando el dispositivo.

A partir de aquí pueden pasar dos cosas. Si el piloto retira su dispositivo todo se queda en un aviso lanzado a través de los altavoces. En caso de que el piloto no responda los drones del escuadrón policial desplegarán unas redes para atrapar al aparto volador intruso y arrojarlo a tierra.

Policial de drones

Las autoridades japonesas han decidido crear este peculiar cuerpo policial para evitar el riesgo de este tipo de ataques contra instituciones públicas. El pasado mes de abril ya tuvo lugar un incidente que probablemente ha motivado a los responsables policiales hacia esta medida. Un dron voló con una pequeña cantidad de material radiactivo hacia el edificio donde el primer ministro japonés tiene su sede y aterrizó en el tejado.

El incidente no provocó heridos ni molestias mayores. El responsable de esta acción fue detenido y todo quedó en una anécdota, pero las autoridades no quieren descuidar la posibilidad de que algo de este tipo pueda volver a ocurrir.

En cualquier caso, las normas que se han aprobado en la mayoría de países donde el vuelo de los drones se ha regulado imponen a los pilotos una serie de restricciones a la hora de desplegar sus dispositivos. Aparte de que se necesita un permiso especial –tras haber superado unos cursos de certificación– para manejar un dron, este no se puede acercar a sitios donde haya aglomeraciones de personas y no pueden alcanzar una altura de 120 metros (aunque esta varía según países).

Imágenes: Powie y fill

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